El corazón de Pekín bajo estrictas medidas de seguridad a 25 años de Tiananmen

Para llegar, los paseantes tenían que mostrar documentación, pasar por arcos de seguridad y abrir sus bolsos para mostrar su contenido

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PEKïN

El orden reinaba en la plaza Tiananmen, controlada por las fuerzas del orden desplegadas para impedir cualquier intento de evocación o conmemoración del 25º aniversario del aplastamiento de la Primavera de Pekín, el 4 de junio de 1989.

Policía militar, policía corriente armada, guardias municipales, funcionarios de civil, agentes de los comités de barrio, todo el arsenal de seguridad chino estaba numerosamente representado en la enorme explanada y sus alrededores.

Para llegar al sitio neurálgico del poder comunista chino, los paseantes tenían que mostrar documentación, pasar por arcos de seguridad y abrir sus bolsos para mostrar su contenido.

Los extranjeros eran particularmente controlados, con la policía intentando identificar a eventuales periodistas internacionales, mientras que los órganos de prensa nacionales tuvieron prohibido publicar cualquier reportaje sobre los acontecimientos de esta fecha, cuya memoria ha sido oficialmente proscrita.

Sobre la avenida de la Paz Eterna, que bordea el norte de la plaza Tiananmen, fueron ubicados vehículos policiales cada 50 metros, así como ambulancias y camiones de bomberos.

"Teníamos previsto visitar la Ciudad Prohibida, pero nos rechazaron la entrada porque no llevábamos nuestros pasaportes encima. Nos dijeron que el pasaporte sólo era exigido por el día de hoy", dijo una turista australiana de nombre Amanda, quien junto a una amiga visita Pekín.

En las bocas del Metro o sobre las aceras cercanas, los controles de seguridad provocaban largas colas.

Las medidas provocaron incidentes menores, como un breve altercado entre policías y ciudadanos chinos hastiados de esperar bajo el sol.