México
Las Fuerzas Armadas mexicanas asumieron la seguridad de la ciudad de Lázaro Cárdenas y su importante puerto en el océano Pacífico, situado en la región de Michoacán (oeste), donde lleva meses desplegado un operativo militar contra el narcotráfico, informó el gobierno este lunes.
Elementos de la secretaría (ministerio) de la Marina Armada tomarán a su cargo el puerto de Lázaro Cárdenas para "garantizar la seguridad del recinto portuario, así como las operaciones" que ahí se realizan, dijo el vocero del gobierno en asuntos de seguridad, Eduardo Sánchez, en conferencia de prensa en la Ciudad de México.
El funcionario señaló que los altos puestos aduanales del puerto serán ocupados también por militares que garantizarán la seguridad del personal.
"Los militares garantizarán el comercio establecido y darán seguimiento a las obligaciones fiscales", indicó el funcionario.
Además, soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional llegaron el lunes por la mañana a la ciudad de Lázaro Cárdenas (unos 180.000 habitantes) y tomaron el control de la seguridad en sustitución de los policías municipales, que serán sometidos a un proceso de acreditación y evaluación de sus funciones, reportó Sánchez.
También se ampliará el despliegue de policías federales en las carreteras de acceso a Lázaro Cárdenas, en una región considerada un feudo del cártel local Los Caballeros Templarios.
En lo que va del año el puerto de Lázaro Cárdenas ha registrado operaciones por 165.000 millones de pesos ($12.500 millones), lo que representa una recaudación de 16.500 millones de pesos ($1.250 millones), según información oficial.
Esta zona portuaria, con importantes vías de comunicación hacia el centro y el norte del país, ha sido un punto importante de tráfico de precursores químicos para la producción de drogas sintéticas, muchas de ellas fabricadas en laboratorios clandestinos en las montañas de Michoacán.
Las actividades criminales de Los Caballeros Templarios, que incluyen extorsión, secuestros y asesinatos, provocaron el levantamiento desde inicios de año en varias comunidades de los llamados grupos de autodefensa, integrados por ciudadanos que dicen haberse armado para protegerse del acoso de este cártel.
En mayo, el gobierno nacional envió a miles de militares y policías para resguardar a la población de los crímenes del narcotráfico y contener los enfrentamientos entre estos grupos y las autodefensas.
A finales de 2006, Michoacán ya había sido el primer punto donde el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) desplegó su amplio operativo antidrogas que después se extendió a buena parte del país. Desde entonces han sido asesinadas más de 77.000 personas en hechos vinculados con el crimen organizado en México.