Cuba espera este sábado expectante y entusiasmada al papa Francisco

Régimen acuerpa discurso del Papa sobre justicia social y modelo económico

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La Habana. En un clima de entusiasmo y con grandes expectativas, Cuba recibirá este sábado al papa Francisco, quien iniciará una gira que también lo llevará a Estados Unidos.

El antiguo cardenal Jorge Mario Bergoglio es el tercer jefe de la Iglesia católica que visita la Isla, seguiendo los pasos de sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Contrario a lo que fue la insípida visita de Benedicto XVI, opacada por la magnificencia de Juan Pablo II y su célebre pedido de “que el mundo se abra a Cuba y que Cuba se abra al mundo”, el paso de Francisco por suelo cubano está repleto de matices y de altas expectativas, lo cual reconoce el Pontífice.

“El sábado partiré con motivo del viaje apostólico a Cuba y a los Estados Unidos de América, una misión para la que me dispongo con gran esperanza. El motivo principal del viaje es el VIII Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Filadelfia. También iré a la sede central de la ONU, en el 70.° aniversario de esta institución. Desde ahora saludo con afecto al pueblo cubano y al estadounidense, quienes, guiados por sus pastores, se han preparado espiritualmente”, dijo Francisco en el Vaticano en un acto con fieles y peregrinos italianos.

“Les pido a todos que me acompañen con la oración, invocando la luz y la fuerza del Espíritu Santo y la intercesión de María Santísima, patrona de Cuba como Virgen de la Caridad del Cobre, y patrona de los Estados Unidos de América como Inmaculada Concepción”, indicó.

El Gobierno cubano ha acogido con un entusiasmo particular la llegada del primer Papa latinoamericano, a tal punto que se hicieron concesiones especiales mediante indultos a 3.522 personas encarceladas.

“Nuestro país se encuentra listo, nuestro pueblo espera la llegada del papa Francisco. Hemos trabajado para que la visita sea memorable, para que sea una visita como la que merece el papa Francisco por su pontificado, por sus posiciones que concitan admiración en la América Latina y el Caribe”, dijo entusiasmado el canciller cubano Bruno Rodríguez.

Ese entusiasmo del Gobierno cubano no se da en el vacío. Francisco fue clave para que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro dieran paso a un histórico proceso que culminó en la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Ese rol ha sido muy agradecido por Cuba, a tal punto que el propio presidente Castro visitó al Papa en el Vaticano y le lanzó un guiño certero con una cita que ha quedado grabada en la historia: “Yo me leo todos los discursos del Papa. Si continúa hablando así, les aseguro que volveré a rezar y regresaré a la Iglesia . Y no lo digo en broma”, dijo Castro.

Sintonía. Esa “complicidad” entre ambas figuras tiene unas bases lógicas por las claras posiciones de Francisco en materia social, pues su discurso a favor de la igualdad, la justicia social y el ataque al modelo neoliberal son música para los oídos del Gobierno cubano.

Además, el Papa sabe que el proceso de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos recién inicia, que navega aguas turbulentas y que aún resta mucho por hacer para que el pueblo cubano sienta los beneficios de esa negociación. Por lo tanto, su presencia en Cuba llevará un mensaje de esperanza y un espaldarazo para que las conversaciones entre ambos países no se detengan.

---

“Es la ocasión de darle las gracias al Papa personalmente por su gestión a favor del diálogo con Estados Unidos. Esas conversaciones no se han traducido todavía en beneficios para el pueblo cubano. Ojalá eso cambie en el futuro y esperamos que el Papa siga siendo figura clave en ese proceso, trayendo frutos concretos”, dijo a El Nuevo Día el sacerdote español Luis Rodríguez Chilán, párroco de la iglesia del Cristo en el barrio de Miramar.

“Es una bendición que venga el Papa. Esto enciende el fervor de los católicos, nos hace sentir orgullosos. Él sabe el sufrimiento de nuestro pueblo y los problemas que sufrimos, y espero que él ayude a mejorar la situación del pueblo, que sea una bendición”, expresó Daymara Álvarez Jiménez, ferviente feligresa.

El contexto político de la visita es determinante, pero la presencia de Francisco también tiene como objetivo fundamental solidificar la feligresía católica en un país en el cual no se incentiva la actividad religiosa.

“El Papa conoce bien la situación de Cuba y la situación de la Iglesia en Cuba. Que es una religión minoritaria, pero que ha sido muy fiel, con comunidades muy vivas y mucho entusiasmo. Con un devoción especial a la Caridad del Cobre.

”La Iglesia Católica todavía pudiera sentirse acosada aquí en Cuba y que venga el Papa pues ayuda a liquidar esa percepción”, sostuvo Rodríguez Chilán.

“Esto animará a los católicos aquí en Cuba, porque transmite mucha alegría, optimismo y nos da mayor fe y fuerzas para seguir difundiendo el Evangelio.

”Los feligreses están muy ilusionados. Yo lo espero con mucha ilusión, con mucha alegría”, expresó el padre Manel Morancho Peris, de la parroquia San Juan Bosco en el sector El Cerro de La Habana.

Según los datos de la Oficina Central de Estadística de la Iglesia, Cuba tiene una población de 11.192,000 habitantes, de los cuales 6.775,000 son católicos; es decir, el 60,5%. Existen 11 circunscripciones eclesiásticas, 283 parroquias y 2,094 centros pastorales, con 17 obispos y 365 sacerdotes.

Es esa masa católica la que recibirá a Francisco a partir de este sábado y los cubanos no han dejado detalles al azar.

---

Los preparativos para la visita del Papa marchan a todo vapor, mientras en las calles cubanas el clima de esperanza y de fraternidad que ha generado la llegada del Sumo Pontífice es palpable, tanto entre la población general como los turistas que han llegado al país para presenciar el histórico evento.

En la icónica plaza de la Revolución, el símbolo más preciado del Gobierno cubano, todo era actividad para poner a punto el andamiaje que acogerá la misa colectiva que el Papa dará el domingo ante alrededor de un millón de personas.