Crisis humana en Yemen en medio del fragor de la guerra

Al menos 140 muertos en combate mientras Cruz Roja no logra llevar ayuda

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Adén. AFP y EFE. Nuevos combates en el sur de Yemen entre rebeldes chiitas y partidarios del presidente yemení, apoyados por Arabia Saudí, dejaron 140 muertos, al tiempo que la Cruz Roja seguía sin poder hacer llegar la ayuda humanitaria al lugar de los enfrentamientos.

En el duodécimo día de la campaña de bombardeos liderada por Arabia Saudí, los combates arreciaban en el sur, donde, entre el domingo y lunes, murieron al menos 140 personas, entre ellas 53 en Adén.

La situación humana empeora por falta de agua y alimentos, y los hospitales, sin medicamentos, no pueden atender a los centenares de heridos.

Ayuda no llega. Pero la ayuda del exterior sigue sin llegar. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) citó ayer “problemas logísticos” para brindar su ayuda.

“Tenemos autorización para enviar un avión de carga con material médico”, declaró un portavoz del CICR, Sitara Jabeen, pero en el aeropuerto de la capital, Saná, en manos de los rebeldes chiitas, “cada vez pueden aterrizar menos aparatos”, explicó.

Unas 48 toneladas de medicamentos, kits quirúrgicos, tiendas de campaña, generadores y equipo para reparar las redes de distribución de agua dañadas por los bombardeos esperaban el visto bueno para ser transportadas a Yemen por avión o por barco.

La situación era particularmente grave en Adén, segunda ciudad del país, donde los combates provocaron “la muerte de 17 civiles y 10 combatientes de los comités populares”, los seguidores del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.

Los chiitas, apoyados por Irán, conquistaron Saná y amplios territorios en el norte y el centro del país con la ayuda de sus aliados, militares leales al expresidente Alí Abdalá Saleh.

A principios de marzo, los rebeldes se dirigieron hacia Aggdén, lo cual obligó a Hadi, refugiado en la ciudad tras la toma de la capital, a huir a Riad.

Los seguidores del presidente yemení, que reciben armas de la coalición árabe, seguían resistiendo en esa ciudad, pero los rebeldes hutíes, que el domingo habían tomado la sede de la administración provincial de Adén, lograron el control del puerto.

Salir del país. La situación en Yemen es tan grave que hay una continua evacuación de extranjeros. Estados Unidos admitió ayer que no está en condiciones de sacar por aire a sus ciudadanos pues los aeropuertos en Yemen están cerrados.

Exhortó a sus ciudadanos a abandonar el país por vía marítima, en buques de otros países.

“Hemos enviado mensajes urgentes a los estadounidenses que permanecen en Yemen para informarles de las posibilidades de abandonar el país”, declaró la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.

Otros países seguían evacuando por mar y aire. Francia sacó en barco a 23 nacionales y a 40 personas de otras nacionalidades. La Marina india trasladó a 450 personas, y una fragata china, a otro centenar. Jordania, uno de los miembros de la coalición árabe, sacó a 130 de sus ciudadanos.

En Pakistán, país con un 20% de población chiita, el Parlamento debatía este lunes sobre la participación de Islamabad en la coalición que lucha contra los hutíes.

El consejo de ministros saudí, presidido por el rey Salman, repitió que con la campaña en Yemen solo pretende “auxiliar a un país vecino y a sus autoridades legítimas”.

Por su parte, Moscú declaró sentirse “decepcionada” por la operación militar que se está llevando a cabo sin mandato de Naciones Unidas y llamó a las partes a cesar la violencia y negociar.