Colombianos incrédulos sobre un acuerdo de paz con las FARC

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Bogotá. EFE y AP El 75% de los colombianos considera que las FARC y el presidente Juan Manuel Santos no llegarán a un acuerdo, pese a los más de dos años y medio de negociación y los tres acuerdos parciales alcanzados en este tiempo.

Santos tiene una imagen desfavorable de 67%, y 78% de los colombianos está en desacuerdo con la forma en que su gobierno está conduciendo el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según una encuesta divulgada ayer.

“Según los entrevistados, el proceso de paz está muy grave, con unos resultados supremamente pesimistas”, dijo César Valderrama, de la encuestadora Datexco.

Los resultados se conocieron el mismo día en que los países garantes del proceso de paz pidieron a ambas partes un “desescalamiento” del conflicto.

Cuba y Noruega, países garantes del proceso de paz colombiano, y Venezuela y Chile como acompañantes, urgieron a las FARC y al gobierno de Santos a [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150707_0007]]rebajar la intensidad del conflicto[[END:INLINEREF]] y adoptar medidas para construir confianza de cara a llegar a acuerdos.

“Hacemos un llamado a las partes al desescalamiento urgente del conflicto armado”, reclamaron los garantes, en una declaración en La Habana, sede del proceso de paz y donde el Gobierno colombiano y la guerrilla celebran el ciclo 38 de sus conversaciones, pendientes de concretar acuerdos sobre el tema de las víctimas.

En un mensaje leído por el representante de Cuba, Rodolfo Benítez, y la de Noruega, Idun Aarak Tvedt, los garantes pidieron “restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimiento en Colombia”.

Eso y la implementación de “medidas de construcción de confianza” son pasos “imprescindibles para garantizar las condiciones y el clima propicio que permitan lograr acuerdos sobre las cuestiones pendientes de la agenda de conversaciones”, dijeron.

Como ya demandaron a finales de mayo, los Gobiernos garantes y acompañantes insistieron en abogar por la necesidad de un acuerdo de alto el fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.

El llamamiento de Cuba, Noruega, Venezuela y Chile llega en medio de un tenso momento en el proceso de paz por el recrudecimiento del conflicto después de que las FARC decidieron en mayo poner fin a la tregua unilateral que declararon con carácter indefinido el pasado diciembre.

La alerta de los países garantes y acompañantes se produce apenas dos días después de que el jefe de los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, advirtió en una entrevista de que el proceso de paz atraviesa actualmente su “peor momento” desde el inicio de los diálogos a finales del 2012.

Precisamente, la delegación de paz de las FARC reaccionó este martes a las declaraciones de De la Calle, que calificaron de “agoreras”, “desmesuradas” y con tono de “ultimátum” y las criticaron por considerar que debilitan la esperanza y credibilidad en el proceso.

“No queremos hoy darle espacio a las voces agoreras del fracaso de los diálogos, ni a la desmesura de las palabras de quienes, teniendo en sus manos la sagrada responsabilidad de construir la paz, flaquean frente a las adversidades, usan tonos de ultimátum y amenazan con abandonar la búsqueda de la reconciliación”, indicó la guerrilla.

En una declaración leída a la prensa por su número dos, Iván Márquez (alias de Luciano Marín Arango), las FARC insistieron en que desean “firmar la paz con este Gobierno” pero para ello es preciso “retirar la enredadera jurídica atravesada en el camino”.

También recalcaron la necesidad de “cuidar este proceso como si fuera la niña de los ojos” y advirtieron de que la “paz de Colombia está reclamando a gritos sentido común”.

En referencia al recrudecimiento del conflicto, la guerrilla reiteró que es responsabilidad de “aquellos que no supieron valorar el cese unilateral del fuego (de las FARC) y desaprovecharon la situación propicia para convertirlo en bilateral y definitivo”.

Desde el 22 de mayo, cuando las FARC decidieron poner fin a un cese unilateral del fuego que habían iniciado en diciembre, el optimismo de los colombianos sobre el proceso de paz ha decrecido, según han revelado recientes encuestas.

En el último mes y medio, la guerrilla ha atacado y dado muerte a soldados y policías y no ha cesado en sus atentados contra la infraestructura energética y petrolera.

Desde fines del 2012, el gobierno de Santos y las FARC adelantan en Cuba un proceso de paz para tratar de poner fin a más de 50 años de conflicto armado interno.