China vigila de cerca el viaje de Barack Obama por Asia

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Pekín. EFE. Pese a que China vigila de cerca el viaje asiático del presidente Barack Obama y critica la alianza de defensa entre Japón y Estados Unidos, Pekín muestra una aparente confianza en su superioridad en la región y las buenas relaciones con Washington.

Desde que arrancó el miércoles la gira de Obama (Japón, Corea del Sur, Malasia y Filipinas) , China ha prestado atención a las palabras del líder estadounidense, quien ayer hizo contundentes declaraciones desde Tokio sobre las islas Diaoyu/Senkaku, que reclama Pekín.

Habló claro. Por primera vez, el presidente de EE. UU. aseguró con claridad: “el tratado de defensa (con Japón) incluye todos los territorios administrados por Japón, incluidas las islas Senkaku (llamadas Diaoyu por China) ”, aunque matizaba después que no entraría en cuestiones de soberanía.

“China estaba psicológicamente preparada”, manifestó el profesor Xiaohe Cheng, de la Universidad Renmin, quien no cree que a la potencia asiática “le haya sorprendido el comentario” de Obama, ya que, añadió, es algo que “otros representantes de su gobierno han dicho antes”.

La fiesta en paz. Esperada o no, Pekín reaccionó con inmediatez a la declaración de Obama al afirmar que rechaza “firmemente la inclusión de las islas en el tratado de seguridad entre Estados Unidos y Japón”, al tiempo que advirtió de que “nada ni nadie hará temblar” la determinación del pueblo chino en defender su soberanía.

A pesar de la dialéctica bélica, expertos coinciden en que, ante todo, China y EE. UU. quieren mantener la paz en la región Asia-Pacífico y que se trata más bien de un tira y afloja por el control de la zona, en la que ambos han anunciado querer aumentar su presencia militar.