China condena de por vida a controversial líder político Bo Xilai

Fue sentenciado por corrupción, malversar fondos y abuso de poder

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Jinan. AFP. El exdirigente chino Bo Xilai, centro del mayor escándalo político-criminal que el régimen comunista ha conocido desde el final de la Revolución Cultural, fue condenado ayer a cadena perpetua por corrupción, malversación de fondos y abuso de poder.

“La corte pronuncia una pena de cadena perpetua con privación permanente de derechos políticos”, indica el texto de la sentencia difundida en Sina Weibo, el Twitter chino, por el tribunal de Jinan, capital de la provincia de Shandong, donde tuvo lugar el juicio.

Bo Xilai fue condenado por corrupción, malversación de fondos y abuso de poder, entre otros en el caso del asesinato del hombre de negocios británico Neil Heywood, cometido por su esposa, Gu Kailai, y que Bo habría querido disimular.

Este veredicto particularmente severo pone punto final a la carrera del responsable político más alto que comparece ante la justicia desde la condena en 1998 del exalcalde de Pekín Chen Xitong y en 2008 del exregidor de Shanghái Chen Liangyu, ambos por corrupción.

Bo Xilai era miembro de la oficina política del Partido Comunista Chino (PCCh). Durante su proceso en agosto, fue acusado de haberse embolsado más de 3,5 millones de dólares en sobornos y malversado fondos públicos por valor de más de 811 millones de dólares.

De estrella a demonio. Ambicioso y carismático, percibido un tiempo como rival del actual presidente Xi Jinping, este exministro de Comercio asumió en 2007 la dirección de la inmensa metrópolis de Chongqing, que consiguió transformar en un polo económico de peso.

Allí destacó con una campaña de rehabilitación de los valores maoístas más “retros” y con una violenta represión bajo pretexto de luchar contra las “mafias”, que se saldó con unos 5.000 encarcelamientos, muchos de ellos empresarios.

Su caída el año pasado fue provocada por la deserción de su brazo derecho, Wang Lijun, el jefe de policía de Chongqing. Enemistado con su patrón, el “superpolicía” pidió en vano asilo político en el consulado de Estados Unidos en Chengdu, capital de Sichuan.

Entre otras cosas, Wang reveló que el empresario británico Heywood fue asesinado por la esposa de Bo Xilai, Gu Kailai. La brillante abogada, que habría actuado por motivos financieros y para “proteger” al hijo de la pareja, fue condenada en el 2012 a cadena perpetua.

Bo Xilai confirmó su fuerte temperamento, encarándose con los jueces y acusadores, negando en bloque la práctica totalidad de los hechos de corrupción reprochados, tratando de “loca” y “mentirosa” a su esposa y calificando a Wang Lijun, su ex brazo derecho, de personaje “vil”.