Chiitas, sunitas, kurdos y la ríspida convivencia en el territorio de Irak

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Tres grandes comunidades étnicas conviven en Irak en una relación de frecuentes entrentamientos políticos y religiosos, lo cual vuelve escabrosa la estabilidad y la gobernanza del país.

Desde el establecimiento de un Estado “autónomo” en 1921, bajo tutela del mandato británico, la minoría sunita ejerció los principales cargos en la administración y las instituciones militares, en tanto que la mayoría chiita y los kurdos fueron relegados.

Esta herencia colonial continuó invariable con el advenimiento de la independencia, en 1932, y el establecimiento de la República, en 1958, y continuó hasta el derrocamiento de la dictadura de Sadam Huseín en el 2003.

La caída de Sadam trajo un cambio: los chiitas asumieron el poder y han marginado a los sunitas, situación que se ha traducido en un auge de la violencia sectaria y el apoyo de esta rama del islam a sectores radicales próximos a al-Qaeda.

Los kurdos, por su lado, gozan de una autonomía en el norte del país, pero, ante la degradación política del país, refuerzan su reclamo de independencia.

He aquí un vistazo a estas tres comunidades:

Chiitas. Constituyen el 60% de la población de Irak (32 millones de habitantes). En el poder desde que el primer ministro, Nuri al-Maliki, asumió el Gobierno en el 2006. A al-Maliki se le recrimina la adopción de una posición sectaria, pese a que en su momento se presentó como un “candidato unificador”.

Sunitas. Son predominantes en el mundo musulmán (85%), pero en Irak son minoría (37% si se suman árabes y kurdos).

Desde la época del dominio del Imperio otomano (acabó en 1918), fueron favorecidos en el ejercicio de posiciones de poder tanto que entre 1921 y el 2003 solo hubo un primer ministro chiita (duró menos de un año en el cargo).

Ese predominio se mantuvo hasta el fin del régimen de Sadam Huseín.

Los sunitas resienten la marginación político-administrativa y de posibilidades empleo, por lo cual buena parte de ellos apoyan la insurgencia armada en Siria y ahora en su país. Además, ven al gobierno de al-Maliki como un títere de Irán, donde el chiismo es mayoritario.

Kurdos. Este pueblo ejerce el autogobierno en el norte de Irak. Ante la arremetida de los yihadistas ha optado por reforzar la defensa de las fronteras de su territorio, decidido a no aceptar ninguna tutela.

Mas, ante la posibilidad de una desintegración del país, en estos momentos cobra fuerza su anhelado sueño de patria independiente.

Los kurdos son unos 6 millones en Irak (17% de población), pero también están diseminados por Turquía, Irán y Siria.