Bombardeos dejan 32 muertos en Siria

El aumento en la ofensiva se produce en momentos en que se planea una reunión de paz a partir del 22 de enero en Montreaux, Suiza

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Damasco.

Aviones militares sirios bombardearon el domingo un barrio controlado por la oposición en la norteña ciudad de Alepo, ofensiva que dejó 32 muertos y extendió por octavo día consecutivo los incesantes ataques aéreos contra áreas bajo poder insurgente.

Desde que comenzó el 15 de noviembre, la campaña aérea ha causado más de 200 muertos, destruido edificios de viviendas y abrumado los hospitales con víctimas.

El aumento en la ofensiva se produce en momentos en que se planea una reunión de paz a partir del 22 de enero en Montreaux, Suiza. Eso ha generado conjeturas de que el presidente Bashar Assad esté tratando de fortalecer su posición antes de sentarse a la mesa de negociaciones.

Los ataques del domingo se centraron en el barrio de Makasen Hanano, donde cayeron sobre un mercado de segunda mano, un edificio de dos pisos y una avenida importante, dijeron activistas.

El Aleppo Media Center puso la cifra de muertos en 32 y publicó en Facebook una lista con los nombres de los fallecidos. Otro grupo, el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, indicó en un comunicado posterior que había al menos 44 muertos y decenas de heridos.

"Los paramédicos dicen que están sacado cuerpos en pedazos; no están seguros de cuántos hay", afirmó Hassun Abu Faisal, un activista del Aleppo Media Center. Dijo que las bombas destruyeron vehículos estacionados en una avenida importante, un edificio de dos plantas y dejaron un cráter en donde estaba parte del mercado.

El Observatorio Sirio de Derechos Humano, basado en Gran Bretaña, dijo más tarde que al menos 44 personas murieron.

Los activistas indicaron que los ataques fueron realizados por helicópteros del gobierno que arrojaron los así llamadas barriles-bomba, contenedores cargados con explosivos y combustible que son muy imprecisos pero causan daños masivos. Grupos defensores de los derechos humanos dicen que, incluso si las fuerzas sirias están tratando de atacar posiciones rebeldes, los barriles a menudo caen en áreas residenciales y provocan la muerte de civiles.

En un video amateur colocado en la internet, un hombre le mostró a la cámara un pie cercenado por los bombardeos, mientras muchedumbres buscaban entre los escombros y gritaban “ ¡Dios es grande! ” cuando encontraban cadáveres. Nubes de humo y polvo oscurecían el cielo. Un hombre desbarató con un martillo la puerta atorada de un vehículo en el que había cadáveres calcinados.

Los videos parecían genuinos y coincidían con otros reportes de los acontecimientos que ha difundido The Associated Press.

Tres miembros de una familia murieron en el vecino pueblo de Marea al caer un barril-bomba en una escuela utilizada como albergue por refugiados sirios de otras partes, de acuerdo con Abu Faisal y el Observatorio.

En otros sucesos el domingo, un atacante suicida detonó su camioneta cargada de explosivos cerca de una escuela primaria en un pueblo chií en Siria, lo que dejó al menos 12 muertos, la mitad de ellos niños, informó el Observatorio.

El atentado suicida ocurrió junto a un complejo de escuelas en el pueblo de Umm al-Amed, en la provincia oriental de Homs. La prensa estatal siria dijo que ocho personas murieron, y 34 resultaron heridas, en su mayoría niños. Hasta el momento no había sido posible determinar la causa en la discrepancia de las cifras.

El Observatorio obtiene su información de una red de activistas en Siria.

El ataque resalta cómo la guerra civil en el país, ahora en su tercer año, se ha vuelto cada vez más sectaria.

Los rebeldes en Siria son suníes en su mayor parte, y entre ellos han surgido brigadas extremistas musulmanas como las milicias más poderosas.

Los chiíes y otras minorías han permanecido neutrales o respaldado al presidente Bashar Assad, temerosos de su futuro si la rebelión triunfa. Ambas partes han matado a civiles