Acapulco. AFP. El cadáver de un sacerdote mexicano secuestrado el lunes fue hallado el jueves con un balazo en la cabeza en un paraje del mexicano estado de Guerrero (sur), donde apenas el mes pasado fue encontrado en una fosa común el cuerpo de un cura ugandés , informaron autoridades policíacas.
El cuerpo del sacerdote Gregorio López Gorostieta fue encontrado en un paraje del pequeño municipio de Tlapehuala, informó un mando de la Policía estatal que prefirió guardar su anonimato por no estar autorizado para hablar sobre el tema y no dio más detalles.
El plagio del religioso provocó que el martes unas 300 personas, entre ellas decenas de sacerdotes, marcharan en las calles del municipio de Pungarabato hasta la catedral local para implorar en un mitin a los captores que lo dejaran con vida.
López Gorostieta fue secuestrado por un comando cuando se encontraba en el interior de una escuela para sacerdotes ubicada en ese municipio, donde impartía clases.
Guerrero, al que pertenece el puerto turístico de Acapulco, es uno de los estados con mayores índices de violencia derivada del narcotráfico y los operativos para detenerlos.
Allí desaparecieron 43 estudiantes de educación después de ser baleados por sicarios y policías corruptos el pasado 26 de setiembre, en la comunidad de Iguala.
El sector religioso ya tenía un fatal antecedente reciente en ese estado. El 30 de abril un comando secuestró y asesinó al sacerdote ugandés John Ssenyondo, y sus restos fueron encontrados en noviembre en una fosa clandestina, junto con otros 12 cadáveres, en la comunidad serrana de Ocotitlán.