Kabul
El Gobierno afgano suspendió ayer las negociaciones sobre un acuerdo de seguridad con Washington y amenazó con boicotear las discusiones con los talibanes, en señal de descontento por el anuncio de nuevos contactos directos entre Estados Unidos y los rebeldes islamistas.
El presidente estadounidense, Barack Obama, de visita oficial en Berlín, reaccionó de inmediato y dijo que “espera que el proceso continúe pese a los desafíos”.
Los talibanes y los estadounidenses anunciaron el martes la reanudación de contactos con vistas a negociaciones de paz, después de la apertura ese mismo día de una oficina de representación talibán en Doha, capital de Catar.
Washington, que dirige la fuerza internacional de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, aliada del Gobierno de Kabul frente a los rebeldes, anunció poco después que enviará emisarios a Doha.
Pero estos anuncios no fueron del agrado del presidente afgano, Hamid Karzai, quien teme quedar al margen del proceso debido a que los talibanes no lo reconocen como interlocutor por considerar que su gobierno es ilegítimo.