Ankara
La mitad de los transexuales de Turquía ha sufrido algún episodio de violencia física a manos de la policía, explicó una asociación activista turca.
"Uno de cada dos transexuales experimenta violencia, tanto física como sexual, por parte de la policía", detalló en conversación telefónica Kemal Ördek, presidente de la asociación Kirmizi Semsiye (Paraguas rojo) , dedicada a la defensa de este colectivo.
El dato resulta de un estudio presentado recientemente para el que la asociación entrevistó a 233 transexuales, todas trabajadoras del sexo, en 11 ciudades de Turquía.
"Las mujeres 'trans' no tienen ninguna opción de buscarse la vida excepto trabajando en la prostitución. Tienen problemas enormes y están desprotegidas por la justicia: quienes abusan de ellas nunca son castigados", resumió Ördek.
Tres de cada cuatro transexuales que trabajan en la prostitución y han sufrido agresiones físicas o sexuales renuncian a interponer una denuncia, porque no se fían del sistema judicial, demuestra el estudio.
"En cuanto van a la policía para denunciar, ya les tratan mal. También los fiscales y jueces tienen prejuicios", apuntó Ördek.
Según datos de la organización Transgender Europe, Turquía es el país europeo con mayor frecuencia de asesinatos de transexuales: un 40 % de los casos registrados desde 2008 ocurre aquí.
En Estambul es frecuente ver a transexuales —muchos operados y con perfecta apariencia de mujer— en las calles céntricas comerciales, y aún más en el límite de los cercanos barrios marginales, donde ejercen la prostitución.
Cambiarse de sexo es legal en Turquía y una vez certificada la operación correspondiente, se modifica la casilla de "sexo" en el registro civil y se puede elegir otro nombre.
También las relaciones homosexuales son legales, por lo que el cambio de registro no es un paso fundamental, pero lo que está prohibido es la prostitución callejera.