Barcelona. EFE, AFP.- Las elecciones regionales del domingo en Cataluña abrieron un escenario político complejo, que obliga al líder nacionalista y presidente regional, Artur Mas, a pactar con otras fuerzas al quedar lejos de la mayoría absoluta que buscaba al adelantar los comicios.
Mas, acompañado por su socio de coalición Josep Antoni Durán Lleida, anunció ayer que está abierto a negociar con otras fuerzas, en concreto con ERC, una formación de izquierda, republicana e independentista, y con los socialistas catalanes.
También confirmó que mantiene su plan de celebrar una consulta sobre el futuro estatus de Cataluña con respecto a España, que será “un tema prioritario” a la hora de negociar los pactos de gobierno con otras fuerzas.
Los resultados obtenidos por Convergencia i Unió (CiU), la coalición que lidera Mas –ganó los comicios, pero perdió 12 diputados–, fueron valorados ayer por los principales partidos políticos españoles como un fuerte revés para el presidente catalán.
Mas, que tenía una holgada mayoría de 62 diputados en un Parlamento de 135 escaños, se quedó con 50 tras adelantar dos años los comicios para iniciar un proceso que contempla la convocatoria de un referendo.
El presidente regional interpretó ayer, sin embargo, que las urnas han dado un amplio respaldo al bloque soberanista, si se suman sus diputados con los de otras fuerzas que apoyan la consulta.
La gran beneficiada de la jornada electoral fue Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, Izquierda Republicana de Cataluña), que pasó de 10 escaños a 21.
Este resultado convierte a la formación independentista en la segunda fuerza parlamentaria catalana, desplazando de esa posición al Partido Socialista, que se quedó en 20 escaños al perder 8.
El líder de ERC, Oriol Junqueras, aseguró ayer que su partido no se plantea formar parte del próximo gobierno, aunque se declaró dispuesto a pactar una agenda de objetivos con CiU que incluya mantener la “vía soberanista” con un referendo de autodeterminación.
Acuerdo político. Mas manifestó anuencia a buscar alianzas con los independentistas de izquierdas y con los socialistas.
“Solos no podremos hacerlo, solos no podremos gobernar este país, todo el mundo tendrá que asumir su responsabilidad y yo creo que la asumirán porque si no llevarían la situación a una complicación extrema”, planteó Mas.
“Tiene que haber un gobierno liderado por CiU, y asumimos la responsabilidad. ¿Quién más tiene que estar ahí? Alguien más, alguno o algunos, y eso es lo que exploraremos en las próximas semanas”.
La pérdida de escaños de CiU y del PSC benefició principalmente a los pequeños partidos izquierdistas, defensores de la independencia, lo que, según Mas, demuestra que los votantes quieren que lleve adelante aquella consulta popular.
“La hoja de ruta de la consulta tiene una mayoría muy clara en las urnas, muy clara”, afirmó.
El gobierno de CiU llevó a cabo drásticos recortes sociales para reducir el déficit, lo que causó malestar y movilizaciones en los meses anteriores a los comicios.
El Partido Popular (PP), que gobierna en España, solicitó a Mas que rectifique sus planes soberanistas.
En palabras del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, citado por la “número dos” del PP, María Dolores de Cospedal, la estrategia de Mas con el adelanto electoral fue un “fiasco”.
El Partido Socialista, desplazado por ERC del tradicional segundo puesto que ha ocupado en esa región, pidió a CiU que recupere “sus señas de identidad”.