Londres AFP. La Comisión de Candidaturas de la Corona (CNC) se reunió ayer para elegir al nuevo arzobispo de Canterbury que sucederá a Rowan Williams, actual obispo de la Iglesia de Inglaterra, cuando abandone su cargo a fin de año.
La comisión británica deliberará durante tres días en un lugar secreto para consensuar el nombre de su candidato preferido y de un segundo que eventualmente también podría convertirse en el líder espiritual de la Comunión Anglicana, que cuenta con unos 77 millones de fieles en el mundo.
Según el sistema vigente, la CNC, que tiene 16 miembros entre eclesiásticos y laicos, propondrá entonces los nombres al primer ministro, David Cameron. Él dará a conocer los postulados a la reina Isabel II para que ella tome la decisión formal como gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra .
Según la BBC, el nuevo arzobispo de Canterbury debería ser nombrado la semana que viene.
Entre los aspirantes figuran el arzobispo de York, John Sentamu, número dos de la Iglesia de Inglaterra y que sería el primer primado negro, y los obispos Richard Chartres, James Jones y Graham Janes. Todos ellos mayores de 60 años.
Según la prensa británica, la Comisión presidida por Richard Luce, exsecretario de Estado conservador, podría estar considerando también un candidato más joven. Por ejemplo el obispo de Durham, Justin Welby (56 años), o el de Conventry, Christopher Cocksworth (53).
Lo que sí está claro es que el 105.º arzobispo de Canterbury heredará una Comunidad Anglicana profundamente dividida entre progresistas y tradicionalistas.
Rowan Williams, de 62 años, anunció en marzo que abandonaba su cargo al finalizar este año. Su mandato estuvo marcado por las divisiones en torno a la ordenación de obispos mujeres y homosexuales. A partir de enero dirigirá el prestigioso Magdalene College de la Universidad de Cambridge.
Su renuncia desató en seguida las especulaciones sobre el posible sucesor, aunque por el momento no parece que haya un favorito.
Varios obispos y sacerdotes tradicionalistas abandonaron esta Iglesia para unirse a la católica, cuyo líder, el papa Benedicto XVI, promulgó en 2009 un texto para facilitar estas conversiones. Otros amenazaron con desertar.
La iniciativa provocó fricciones entre las dos Iglesias, apesar de que el Papa se haya reunido con el arzobispo de Canterbury en su residencia oficial en septiembre de 2010. Esa fue la primera visita de Estado de un Pontífice al Reino Unido desde que Enrique VIII se separó de Roma y del catolicismo en 1534.