Combates en Sudán del Sur dejan cientos de huérfanos

La guerra en el país más joven del mundo ha dejado a muchos de sus ciudadanos más jóvenes huérfanos o separados de sus padres, lo que aumenta su vulnerabilidad a enfermedades, desnutrición y a ser reclutados por grupos beligerantes como niños soldados

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Sudán del Sur

Cuando la balacera comenzó, Ajing Abiik y sus dos hermanos menores huyeron para salvar sus vidas. Ahora el tímido muchacho de 12 años con expresión seria está entre aproximadamente 90.000 personas en uno de los campos para desplazados más grandes desde que en diciembre estalló la guerra en Sudán del Sur.

Su padre fue un soldado y murió hace unos meses combatiendo. Ahora los tres niños no saben dónde está su madre ni si está viva.

Pero Abiik y sus hermanos no están solos. Otros miles de niños en Sudán del Sur han sido separados de sus familias tras huir de ciudades y poblados presas del pánico mientras soldados y civiles caían víctimas de disparos indiscriminados.

La guerra en el país más joven del mundo ha dejado a muchos de sus ciudadanos más jóvenes huérfanos o separados de sus padres, lo que aumenta su vulnerabilidad a enfermedades, desnutrición y a ser reclutados por grupos beligerantes como niños soldados.

Parte de la peor violencia ocurrió en el estado de Jonglei, donde la batalla por la ciudad de Bor dejó miles de muertos.

"Estábamos en Bor cuando estalló el combate. Todo el mundo corría y disparaba; no sé si mi mamá está viva o muerta", dijo Abiik ala agencia AP mientras estaba sentado junto a un árbol con decenas de niños en el campo instalado a la orilla del río Nilo. " Terminamos aquí. Teníamos miedo y simplemente corrimos".

Abiik y sus hermanos fueron relativamente afortunados porque huyeron de Bor con un tío que ahora los cuida.

Las Naciones Unidas declararon la crisis de Sudán del Sur como una emergencia de nivel tres que coloca la respuesta a la misma a la par de la de Siria, ya que han sido desplazadas más de 800.000 personas y 3,2 millones tienen necesidad inmediata de alimento desde que empezó el conflicto a mediados de diciembre.

La UNICEF, la agencia de la ONU encargada de la atención a los niños, calcula que 17% de toda la población infantil de Sudán del Sur se encuentra sin uno de sus padres.

De los miles de niños no acompañados en las bases y campamentos de la ONU en todo el país, sólo 78 se han reunido hasta ahora con familiares a través del uso de teléfonos móviles y cuestionarios.

"Para los niños más pequeños es un verdadero reto", dijo Fatuma Ibrahim, jefe de protección infantil de la UNICEF. " Entre más pequeño es un niño, es más complejo. Para los bebés es un problema muy difícil".