Bogotá. (AP). Colombia amaneció el lunes optimista luego de que en la víspera el Gobierno y la guerrilla de las FARC anunciaron que habían llegado a un acuerdo general sobre el conflicto agrario y el manejo de las tierras en Colombia, que era el primer asunto de negociación del proceso de paz que desde hace siete meses las partes discuten y adelantan en Cuba.
El acuerdo es general porque todavía aspectos que no se han acordado totalmente entre los negociadores y que serán trabajados y revisados en las próximas semanas.
“Se superó un premio de montaña y ahora vienen las etapas contra el reloj” , dijo a The Associated Press el presidente del Congreso, senador Roy Barreras, del partido oficialista de gobierno. “El tema que se firmó ayer (domingo) en La Habana sin duda era el más difícil; el tema agrario en Colombia es un tema muy complejo, es un tema que generó esta guerra en Colombia hace más de 50 años y sirvió de insumo para el conflicto durante todas estas décadas” .
Un comunicado conjunto entre Gobierno y FARC hizo alusión a algunos de los elementos tratados por el acuerdo como el acceso a la tierra, la formalización de propiedades, las zonas de reserva y la infraestructura para desarrollar el campo.
Las partes han guardado confidencialidad sobre los detalles del texto firmado por los negociadores y se desconoce si lo acordado implica, o no, la entrega o compra de tierras a campesinos desplazados o a guerrilleros de las FARC que se desmovilicen, si el acuerdo tiene un alcance mayor e implique una reforma agraria que expropie o compre tierras a latifundistas o la titulación de terrenos baldíos, entre otras posibilidades.
El 51,1% de las tierras colombianas está en manos de poco más del 1% de la población, según el informe de desarrollo humano de 2011 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNU).
“El convenio será inicio de una transformación radical del campo”, dijo un comunicado conjunto de ambas delegaciones leído por el diplomático cubano Carlos Fernández de Cossío, quien estuvo acompañado del representante gubernamental colombiano Humberto De la Calle y del comandante guerrillero Iván Márquez, un alias de Luciano Marín Arango.
Víctor G. Ricardo, quien fue comisionado de paz durante el fallido proceso de paz entre el gobierno del ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002) y las FARC, recordó por teléfono que “la historia del inicio de las FARC fue precisamente por la tenencia de la tierra y la visión de ellos, que era fundamental, fue una reforma agraria que permitiera un mayor desarrollo del sector agrario con la facilidad de trabajo para todos, con la posibilidad de participación y capacitación que construyera economía y, por lo tanto, equidad entre la ciudad y el campo ” .
El congresista Iván Cepeda, del izquierdista Polo Democrático Alternativo, dijo que “en Colombia, por diversas circunstancias de carácter histórico, la tierra... ha sido objeto de apropiación por medios violentos y la colonización de tierras y territorio se ha dado a través del hurto, del homicidio, de las masacres y del desplazamiento forzado” .
Por eso, la propiedad de la tierra ha sido considerada como una de las raíces y motores de un conflicto armado interno de unos 50 años en un país que tiene 114 millones de hectáreas.
A esta situación compleja, de despojo y violencia por la tenencia de la tierra, se sumó luego la apropiación de terrenos por parte de grupos armados ilegales para el cultivo de drogas, control del territorio y de la población, y para el tráfico de estupefacientes y armas, y que tuvo entre sus principales protagonistas a las Autodefensas Unidas de Colombia y las propias FARC, que ha dejado a miles de víctimas, desparecidos, y buena parte de unos 3,9 millones de desplazados desde 1997 a la fecha viven en el país, según cifras oficiales y de la oficina de refugiados de la ONU.
Según grupos no gubernamentales de Colombia y funcionarios, al menos dos millones de hectáreas les fueron quitadas a los campesinos por grupos armados ilegales, otras cuatro millones quedaron abandonadas por sus propietarios por temor a la violencia y entre 400.000 y 500.000 se arrebataron al Estado en procesos fraudulentos en notarías y registros en los últimos años.
Recientes esfuerzos por devolver tierras usurpadas a los campesinos realizados por el gobierno actual, y que han incluido la expedición de una ley de víctimas y una política de restitución, se han tropezado con el asesinato de líderes sociales que buscan recuperar parcelas, mientras que sectores oficialistas y de oposición mantienen una controversia sobre cuánta tierra se ha restituido durante los últimos dos años y en qué condiciones.
El informe de desarrollo humano dice que el 75% de los municipios colombianos son rurales, y que en ellos vive el 31% de la población, y no el 25% como lo había indicado en Censo de 2005. Estas zonas y municipios representan el 94% del territorio colombiano.
Para Camilo González, experto en temas agrarios, lo del domingo en Cuba “ es un hecho excepcional ” porque “ en los anteriores (procesos de paz) no se había llegado a definiciones sustantivas ” como las anunciadas desde la capital cubana.
En concepto de González, del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, lo acordado el domingo en Cuba es el 20% del camino para llegar a la paz.
Naciones Unidas también expresó su complacencia por el avance en las negociaciones.
“ El secretario general (Ban Ki-moon) recibe con satisfacción la noticia de que el gobierno de Colombia (y las FARC) han llegado a un acuerdo sobre el primer tema de la agenda de paz... Se trata de un logro significativo y un paso importante ” para la reconciliación colombiana, dijo la oficina de la ONU en Colombia.
El presidente de la Cámara de Representantes, Augusto Posada, calificó como un paso fundamental para la paz lo pactado el domingo en Cuba. Lo pactado entre las partes “ es un paso fundamental que nos llena de optimismo a quienes le jugamos a la paz y no a la guerra ” , sostuvo telefónicamente Posada, quien enfatizó en que, a pesar de los odios entre los colombianos, “ hemos logrado un paso que nunca antes, en los últimos 50 o 60 años, se había logrado ” .
Posada dijo ser muy optimista de que “ en unos pocos meses le podamos anunciar al país que se ha logrado un acuerdo para la paz ” . Advirtió, sin embargo, que aún faltan por negociar puntos clave en el proceso de paz como la eventual dejación de armas por parte de los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
En las calles bogotanas la gente también opinó de lo acordado un día atrás en la isla.
“ La verdad es que no soy ni optimista ni pesimista, soy realista y es que no creo mucho en este proceso de paz; estoy 50 y 50, pero lo de ayer fue un gran paso y hasta el momento (las partes) han demostrado que quieren una salida pacífica al conflicto ” , dijo John Jairo Muñoz, un vendedor de comestibles de 36 años.
Para Muñoz, la paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC no se va a pactar en lo que resta de 2013 porque “ no me explico que un conflicto como el de nosotros, que lleva más de 50 años, lo quieren terminar en un año, eso es muy difícil” .
Otro ciudadano de a pie, Gerardo Ospina, un comerciante de 57 años, advirtió no tener claro lo que se firmó el domingo en La Habana, pero “ me siento alegre si se hace un buen acuerdo ” . Según dijo, “ desafortunadamente las cosas en este país andan regular; soy pesimista porque esto lleva muchos años y esto (del proceso de paz) no se hace de la noche a la mañana ” .
Ospina enfatizó en que aunque no cree en las FARC, “me gustaría que me demostraran lo contrario e hicieran la paz en La Habana de una vez por todas... El presidente Santos está buscando la reelección y las FARC (quieren) seguir con la violencia” .
La mesa de paz se instaló formalmente en Oslo, Noruega, en octubre de 2012 y posteriormente se instaló en la capital cubana en noviembre.
Algunos aspectos de este primer punto, sin embargo, no habrían tenido el visto bueno total como lo dejó translucir el propio Márquez en una declaración leída a periodistas congregados en el Palacio de las Convenciones, sede de las conversaciones y posterior al comunicado conjunto.
Actualmente la FARC cuentan con unos 9.000 guerrilleros en armas y es la más antigua de las guerrillas activas del continente.