Nicaragua: Reforma constitucional amplía control político del régimen sobre la Policía Nacional

La reforma elimina el principio de que la Policía sea una ‘institución profesional, apolítica, apartidista, obediente y no deliberante’

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El régimen liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo logró la aprobación de una reforma al artículo 97 de la Constitución Política de Nicaragua, que redefine el marco legal de la Policía Nacional.

Esta modificación no solo aumenta el sometimiento de la entidad represiva a la familia Ortega Murillo, sino que también elimina el principio de que sea una “institución profesional, apolítica, apartidista, obediente y no deliberante”.

La polémica reforma fue aprobada, en el Legislativo, en una sesión ordinaria convocada por el diputado Mario José Asensio Florez, celebrada en la mañana de este miércoles.

Sorprendentemente, la votación registró 91 votos a favor, sin abstenciones ni votos en contra, lo que evidencia el control absoluto del régimen sobre el poder legislativo y genera dudas sobre la integridad del proceso.

El cambio propuesto transforma la naturaleza de la Policía Nacional, convirtiéndola exclusivamente en un cuerpo armado, según señala Gonzalo Carrión, defensor de los derechos humanos del colectivo “Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más”.

“Se votó, pero la Constitución solo puede modificarse en dos legislaturas continuas, que deben verse en dos años, este y el próximo. Solo se ha visto en una legislatura, veremos el próximo año, aunque en una segunda discusión será aprobado, no hay duda. Esto es un atropello de la dictadura Ortega-Murillo”, detalla Carrión.

El abogado nicaragüense, exiliado en Costa Rica, también considera que en el Legislativo se pasó por alto la conformación de una comisión que valore los cambios a la Constitución.

“En esta votación se pasaron por alto la conformación de una comisión especial de estudio para una reforma constitucional. Votaron con prisa, obedeciendo órdenes. ¿En qué país se ve que una asamblea de 91 legisladores vote de manera unánime para una reforma constitucional? Solo en Nicaragua. Esto es un nacatamal mal amarrado, es algo mal hecho. Solo demuestra el absoluto control que existe”, detalla Carrión.

Con esta reforma constitucional, el régimen de Ortega y Murillo refuerza aún más su control sobre los órganos de seguridad del país, debilitando los principios fundamentales de una policía profesional y apolítica.

La eliminación de la independencia y la subordinación total a la presidencia generan preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y la posibilidad de un aumento en la represión y el abuso de poder.

Según Carrión, este paso es simplemente la formalización jurídica de lo que ha estado ocurriendo en Nicaragua durante varios años: “La policía está sometida a lo que dicen Daniel Ortega y Rosario Murillo”.

Síntomas de una policía que se debilita

Desde hace unos meses se comenta que la Policía Nacional de Nicaragua sufre la baja de uniformados que dejan la institución porque no están de acuerdo con la línea que se dicta desde las cabezas del país.

Algunos opositores señalan que a lo interno del régimen “ya existe una erosión del poder que se manifiesta en diferentes instituciones del Estado y en los mismos cuerpos represivos como la Policía Nacional”.

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“¿Usted se está portando mal? Cárcel. Porque esto ya ha pasado, hay policías encarcelados por no hacer lo que le piden los altos mandos. Órdenes que son ilegales, por cierto. “Hay bajas constantes en la policía y con esto envían mensajes a lo interno de que se hace lo que diga Daniel Ortega y su esposa”, explica Carrión.

Según este activista nicaragüense, en los últimos meses las autoridades “han llamado a los policías que se dieron de baja para que se sumen de nuevo, principalmente a los menores de 40 años. Hay una crisis de gobernabilidad”.