Cataluña votará bajo la presión independentista

Otrora motor económico del país es ahora región más endeudada

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Barcelona. AFP. La comunidad autónoma de Cataluña, otrora motor económico de España y ahora su región más endeudada, elige este domingo su Parlamento en un contexto político muy tenso con el Gobierno de Madrid, que denuncia sus deseos de independencia en pleno marasmo económico.

El presidente regional saliente, Artur Mas, hasta hace poco considerado un nacionalista moderado, encaró un conflicto abierto con Madrid al convocar a elecciones anticipadas para obtener una mayoría absoluta con la que poder llevar a Cataluña hacia un “Estado soberano” en Europa.

Si sale victorioso, Mas –quien está en el poder desde 2010– promete organizar un referéndum sobre la autodeterminación de la región, aunque en todo momento evitó mencionar la palabra independencia.

Reto arriesgado. Un reto arriesgado ya que los últimos sondeos dan a su coalición conservadora, CiU, entre 62 y 64 escaños en una cámara constituida por 135, tras haber prometido a los 7,5 millones de catalanes una consulta sobre el futuro de la región durante la próxima legislatura, cualquiera sea el resultado.

Enfrente, el presidente del gobierno español, el también conservador Mariano Rajoy, se lanzó frontalmente a la batalla, consciente de encontrarse bajo la atenta mirada de sus socios europeos, en un momento en que pesa sobre España la posibilidad de un rescate de su economía.

“La estrategia de Mas era desde el 2010 aumentar la presión con el gobierno español para poder negociar” un “pacto fiscal” que permita a la región recaudar y gestionar sus impuestos, resume Gabriel Colomé, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Cataluña, la más endeudada de las 17 comunidades autónomas de España pese a generar una quinta parte del PIB del país, se considera “expoliada” por Madrid y desde hace años reivindica un déficit fiscal de 16.000 millones de euros anuales que cubriría su onerosa deuda de más de 40.000 millones de euros.

Hartazgo. Una masiva manifestación independentista, el 11 de setiembre, cambió la mano, transmitiendo el hartazgo de una región históricamente rica, donde la crisis alimentó las frustraciones acumuladas frente a Madrid.

“La estrategia de CiU cambia entonces para pasar del pacto fiscal a la independencia. Pero el problema es que tiene una hoja de ruta para el pacto fiscal, pero no para la independencia. Es por eso que todos improvisan”, añade Colomé.

Mas “no utiliza el término independencia pero, claramente, la aspiración es muy similar a la que nos encontramos ahora mismo también en Escocia, por parte del nacionalismo, que es buscar un vínculo directo con Europa, aunque ignoramos exactamente cómo quedaría el vínculo con España”, advierte también Fernando Vallespin, profesor en la Universidad Autónoma de Madrid.

Según un reciente sondeo, 47,49% de los catalanes votarían por la independencia en caso de referéndum, aunque el porcentaje a favor de la autodeterminación baja a 42,16% si Cataluña lograse un nuevo sistema fiscal.