Managua (AFP). El cardenal nicaraguense Miguel Obando y Bravo, un importante aliado del presidente Daniel Ortega, negó que se encuentre grave de salud en Costa Rica, ante rumores de la prensa que padecía cáncer cerebral.
"Quiero aclarar al pueblo de Nicaragua que me encuentro en un buen estado de salud, gracias a Dios" y que "la noticia que se ha dado no se ajusta a la realidad", afirmó el religioso, la noche del viernes, vía telefónica desde Costa Rica, a medios oficialistas.
El religioso explicó que viajó a San José a realizarse "un chequeo médico rutinario, posterior a una cirugía menor ambulatoria sin mayor trascendencia" sobre la cual no ofreció detalles.
Obando salió al paso de versiones difundidas el viernes por la radioemisora de oposición "La Corporación" —que se esparció rápidamente en medios locales— de que se le había diagnosticado un "cáncer cerebral y que era tratado por neurólogos en Costa Rica".
La versión también fue negada por el obispo de la catedral de León (noroeste), Bosco Vivas, quien dice que lo llamó a Costa Rica después de escuchar las noticias.
Obando "me dijo que se siente bien, que está en recuperación satisfactoria" y que "no es cierto que esté grave", dijo Vivas a la prensa.
Obando, de 86 años, fue obispo de Managua hasta 2005 cuando el Vaticano aceptó su renuncia por tener más de 75 años de servicio.
Obando fue un influyente líder religioso que sirvió varias veces de mediador en los años 1970 en favor de los guerrilleros sandinistas, que entonces luchaban contra la dictadura somocista.
No obstante, tras el triunfo de la Revolución de 1979, Obando acusó al gobierno sandinista que presidía Ortega de persecución religiosa y se convirtió en uno de sus más fuertes críticos.
En 2004 el ex líder católico dio un giro radical y se reconcilió con Ortega, que en 2007 lo nombró presidente de la Comisión de Paz y Reconciliación del gobierno, una entidad que se encarga de entregar títulos y ayudas a los pobres, y que ostenta hasta la fecha.