Candidatura de Jaime Bayly, ameno condimento en elecciones peruanas

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Perú(dpa). Si se le juzga como político, Jaime Bayly ya empezó a faltar a su palabra. Dijo que quería ser "el primer presidente homosexual e impotente del Perú", pero ahora se presenta con supuesta novia y asegura que ésta le curó su disfunción.

Claro que mucha agua corrió bajo el puente desde que el ex "niño terrible" de la televisión peruana dijo en broma que quería postular, hasta el "fenómeno" que se desató en enero, cuando planteó la idea en serio -o supuestamente en serio- y se convirtió en actor central de una campaña cuyo final será en abril de 2011.

El rey de los talk shows y novelista impone agenda. Con ideas como la legalización del aborto, las drogas y las bodas gay, la abolición de las Fuerzas Militares o el fin de los privilegios de la Iglesia católica, se puede estar a favor o no, pero nadie niega que son originales y tocan temas mirados de soslayo por la clase política.

"Con Bayly nada. Lo he visto besándose en la boca con otro hombre, haciendo gala de eso. No tiene principios morales. ¨Qué cosa le va a transmitir a la juventud? Cree que al hacer chistes se puede permitir cualquier inmoralidad", dijo el obispo Luis Bambarén.

"Esa idea (abolir las instituciones militares) es poco seria, no se puede hacer", añadió el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Francisco Contreras.

El siempre ambig o Bayly, divorciado, padre de dos niñas y miembro de una familia de "alta sociedad", es figura de la televisión desde 1983, cuando contaba 18 años. Irreverente, divertido, hábil, culto, provocador, carismático, flagelador y autoflagelador, en sus programas, transmitidos en varios países, entrevista a políticos, artistas, deportistas y cuanta persona genere rating.

Ahora que no es "niño terrible" sino "tío terrible" -la próxima semana cumplirá 45 años-, pretende otra posición: presidente. O al menos eso dice, pues hay quienes no se sacan de la cabeza que todo es una gran broma, una forma efectiva de publicidad para su programa.

En enero, en Lima aparecieron carteles en favor de Jaime "Bayle". l dijo no tener relación con esa propaganda, la desautorizó y alegó como "prueba" la escritura errada del apellido. Pocos le creyeron. Luego, anunció al partido que lo cobijará: Cambio Radical.

Se trata de una minúscula organización derechista cuyo líder, el ex congresista José Barba, está desprestigiado. No tiene seguidores, pero sí inscripción legal. Bayly tiene seguidores, pero no partido. La sociedad parece ideal.

Al margen de las ideas "libertarias" con las que coincide buena parte de la intelectualidad progresista, el autor de "No se lo digas a nadie" está claramente en la derecha. Está convencido de que al desarrollo sólo se llega desde el liberalismo y es duro crítico de los izquierdistas, en especial si son Fidel Castro o Hugo Chávez.

Pero sus ideas son matizadas por la broma perpetua. Esa que impide saber si habla en serio o se ríe de todos. La que hace que muchos lo rechacen por "payaso" y otros lo admiren precisamente por lo mismo.

"Como profesional del espectáculo tiene una larga ventaja sobre los clown chambones que han convertido a la política en un mal circo. Bayly es entretenido, es su oficio. Los políticos que han hecho una patética tragicomedia son chistosos sin proponérselo", explica el historiador izquierdista Nelson Manrique.

En las sondeos nacionales aún está lejos del alcalde de Lima, Luis Castañeda (conservador), la parlamentaria Keiko Fujimori (derechista radical), el ex candidato Ollanta Humala (nacionalista de izquierda) y el ex presidente Alejandro Toledo (centroderechista). Pero, al menos en Lima, su potencial mayor fortín, comenzó a reducir ventajas.

¨Hasta dónde llegará? Ningún analista quiere apostar. l mismo parece a veces pesimista: "Sé que las ideas libertarias que defiendo son impopulares entre mis compatriotas, pero eso no me intimida. Estoy en minoría, pero eso me enorgullece".

Por ahora, la batalla de la tele marcha bien. El domingo, cuando entrevistó a la supuesta novia, Silvia Núñez del Arco, aspirante a novelista de 21 años tildada de "arribista" por blogueros que la conocen, el rating se disparó.

La víctima, su pareja argentina. "'Eres un homofóbico', me dijo iracundo. 'Muestras a tus mujeres, pero a mí me escondes porque te doy verg enza', añadió. 'No te escondo', le dije. 'Si quieres ven al programa y cuentas que eres mi amigo gay y amante ocasional. Pero no puedo pedirte que seas la primera dama del Perú porque se vería grotesco", relató el propio Bayly la última pelea.

Más allá de que Bayly gane o siquiera postule de verdad, el precandidato y buena parte del Perú parecen estar divirtiéndose.