Cancilleres de la OEA divididos sobre futuro de la CIDH

Ecuador es el principal defensor de reformar la Comisión

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Washington (AFP). Los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) mostraron este viernes desacuerdos sobre el futuro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) .

La Asamblea General Extraordinaria en Washington, que intenta cerrar un proceso de reformas de la CIDH iniciado hace casi dos años, se ha prolongaba por más de cinco horas.

La piedra de tranca es la posición de Ecuador , Venezuela, Nicaragua y Bolivia, que no quieren que se ponga punto final al proceso porque denuncian persistentes “distorsiones” de la CIDH, a la que acusan de ser parcial en su contra y responder a intereses estadounidenses.

Por eso propusieron un nuevo proyecto de resolución que llama a que “continúe el diálogo sobre el funcionamiento” de la misma hasta la asamblea anual de junio en Guatemala.

“Cerrar la discusión ahora, después de que evidentemente no hemos podido tratar y resolver los principales problemas que vive el sistema, nos dejaría a muchos países fuera de un consenso”, dijo en el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, uno de los diez cancilleres presentes en la cita.

“Los comisionados de la CIDH son autónomos en sus funciones, pero no son independientes para decidir sus funciones, lo cual corresponde a la OEA” , dijo Patiño, en un duro discurso contra la CIDH.

Entre las propuestas de Ecuador están sacar la sede de la CIDH de Washington, prohibir su financiación fuera de la región y dar las mismas capacidades a todas las relatorías del ente, lo que equivaldría a debilitar la Relatoría sobre Libertad de Expresión.

Pero un grupo nutrido de países, encabezado por Estados Unidos, Canadá, Perú, México y Chile, que desean que el proceso de reformas finalice este viernes, dieron una firme defensa de la CIDH y anunciaron aportes financieros extraordinarios.

“Por más de cinco décadas, la Comisión ha fungido de conciencia moral del continente”, afirmó el subsecretario de Estado estadounidense, William Burns, al anunciar la contribución adicional de $1 millón.

Para mostrar su desacuerdo con el sistema interamericano de derechos humanos, Bolivia amenazó días atrás con retirarse de la CIDH, mientras que Venezuela ya denunció la Convención Americana de Derechos Humanos, lo que supone que a partir de setiembre no reconocerá la jurisdicción de la Corte Interamericana.