Borge, sepultado junto cofundador del FSLN

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Managua. AP. Militantes sandinistas sepultaron al comandante guerrillero Tomás Borge, tras un multitudinario homenaje presidido por el mandatario Daniel Ortega, quien exaltó la figura de su otrora compañero de armas.

Borge, quien falleció el lunes debido a una afección pulmonar y era el último sobreviviente de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fue sepultado a la medianoche del miércoles al lado del mausoleo que alberga al también comandante Carlos Fonseca Amador, quien murió en combate en 1976.

Ortega despidió a quien llamó el hermano mayor de la Revolución sandinista que expulsó la dictadura de Anastasio Somoza en 1979, ante miles de simpatizantes que se congregaron en la plaza de la Fe.

Condolencias. El mandatario leyó cartas de condolencias que remitieron varios líderes de izquierda latinoamericanos, como la del presidente venezolano, Hugo Chávez, enviada desde La Habana.

“Estoy seguro de que Tomás está reventando de alegría por esta juventud, por este pueblo, con estos trabajadores, con esta Nicaragua que venimos construyendo, solidaria, socialista, donde Tomás (estuvo) entre los hermanos mayores”, resaltó Ortega, acompañado en la mesa de la adornada tarima principal por su esposa y vocera del Gobierno, Rosario Murillo, y el cardenal Miguel Obando y Bravo.

No se vio, al menos en la tarima principal, a la mayoría de los demás comandantes que acompañaron a Borge y Ortega en la lucha contra Somoza. La ausencia visible podría interpretarse como muestra de las secuelas que dejaron las discrepancias y abandono de parte de muchos de los líderes guerrilleros históricos de las filas del sandinismo.

Por diferencias políticas o enojados por denuncias de corrupción en el gobierno sandinista, varios de los comandantes optaron por apartarse, entre ellos Víctor Tirado López, Jaime Whellock Román, Henry Ruiz y Luis Carrión.

Muchas de las divergencias fueron, incluso, con Borge, que fue considerado un dirigente combativo y controversial. Se desempeñaba antes de su muerte como diputado y embajador en Perú.

Ortega, quien tras el primer gobierno sandinista (1979-90), regresó al poder en 2007 y 2011, dedicó pasajes de su discurso a la vida de Borge y a aludir a Gobiernos aliados de Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, principalmente, y a saludar a las figuras latinoamericanas que acudieron al homenaje, entre ellos los cancilleres de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Ecuador, Ricardo Patiño, así como el expresidente panameño Martín Torrijos.