Bogotá comienza plan de desarme de la población

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Bogotá (AFP). Agentes policiales ponen contra la pared a unos 20 hombres, con las piernas extendidas. No se trata de un arresto colectivo sino de uno de los primeros controles de la policía de Bogotá, tras la entrada en vigor de un polémico decreto que restringe el porte de armas.

Para hacer cumplir la medida, que regirá en un periodo de prueba desde el 1.° de febrero hasta el próximo 1.° de mayo, las fuerzas policiales han tomado el barrio marginal de Ciudad Bolívar, que se alza sobre una empinada ladera de montaña en la periferia de Bogotá.

Los agentes policiales detienen vehículos particulares, camionetas y autobuses para revisar a sus ocupantes, y la mayoría se muestra de acuerdo con esta operación.

“Al menos ya sé que no hay un ladrón en el bus, y que no me van a atacar”, comentó a la AFP José Mauricio Moreno, un vendedor de 35 años.

Bogotá, con una población de más de 7 millones de habitantes, registró el año pasado 1.632 homicidios, de los cuales 62,3% fueron cometidos con armas de fuego, según cifras de la alcaldía.

Apenas asumió como alcalde de la capital colombiana, Gustavo Petro, un ex guerrillero izquierdista de 51 años, anunció que el porte de armas quedaba restringido no sólo en los locales públicos, sino también en las calles.

La medida, sin embargo, no se aplica a los miembros de la fuerza pública, ni a los vigilantes privados que proliferan en esta ciudad, o los escoltas de diplomáticos y ministros.

La intención es “desincentivar el uso de las armas” y generar conciencia en la ciudadanía sobre la "inutilidad y el peligro de llevar un arma de fuego", explicó Petro en el lanzamiento de la campaña que llamó “Armar o amar. Sí al desarme ciudadano”.