Bélgica afila investigación sobre abusos de la Iglesia

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Bruselas. AFP. La Justicia belga afila su investigación contra los abusos de pedofilia en la Iglesia católica con el fin de determinar si la cúpula eclesiástica encubrió a sus sacerdotes para evitar el escándalo.

Armados con documentos que incluían casi 90 denuncias y testimonios de unas 200 víctimas, la Policía federal belga allanó el lunes y el martes varias diócesis de distintas ciudades de Bélgica, entre ellas Amberes, Brujas y Gante, para acelerar la investigación.

Estamos ante “una fase clave del Operativo Cáliz”, explicó la portavoz de la Fiscalía, Lieve Pellens, al referirse al nombre que se le dio a la investigación que realiza la Justicia belga desde el 2010 sobre si los más altos cargos de la Iglesia estaban al tanto de los abusos y los encubrieron para evitar el escándalo.

En un intento de cerrar uno de sus capítulos más oscuros de los últimos años, la Iglesia católica de Bélgica se comprometió a mediados de diciembre a indemnizar a las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes.

Para un atentado al pudor contra una persona de 16 años, la compensación fue estimada en 2.500 euros. Una persona que sufrió “violación con circunstancias agravantes podrá recibir 25.000 euros.

Al igual que Estados Unidos, Irlanda y Alemania, la Iglesia católica belga se vio manchada por un escándalo de pedofilia, con más de 500 denuncias contra sacerdotes.

La investigación en Bélgica para verificar si la Iglesia es o no culpable de ocultar los escándalos de pedofilia debió empezar casi de cero luego de que en noviembre la Justicia invalidara una parte importante de los registros.

La Sala de Acusación del Tribunal de Apelación de Bruselas declaró nulas las pesquisas realizadas el 24 de junio del 2010 en la sede de la Iglesia belga, la arquidiócesis de Malinas (norte de Bruselas), así como en el domicilio del exprimado de Bélgica, el cardenal Godfried Danneels.

Las denuncias de abusos sexuales se acumularon contra la Iglesia belga después de que el obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, reconociera que había abusado sexualmente de un sobrino, lo que lo llevó a dimitir.

Desplazado de Bélgica a Francia, donde debía hacer penitencia, Roger Vengheluwe volvió a escandalizar a la opinión pública belga al reconocer que, en realidad, había abusado de dos de sus sobrinos y minimizando los hechos.

En setiembre de 2010, una comisión publicó los testimonios de cerca de 500 personas que acusaban a eclesiásticos de haber abusado de ellos durante su juventud, la mayoría entre los años cincuenta y ochenta.