Barack Obama en México: es hora de trabajar como ‘socios iguales’

Está ‘convencido’ de que su gobierno aprobará la reforma migratoria este año

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

México. AFP. El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró ayer en México que ha llegado el momento de romper “viejos estereotipos” entre los dos países vecinos, reafirmando su voluntad de ser socios iguales y su optimismo para la aprobación este año de la reforma migratoria en su país.

En un apasionado discurso a unos 800 jóvenes estudiantes en el emblemático Museo de Antropología, Obama explicó que había viajado a la capital mexicana “porque es el momento de poner viejas mentalidades a un lado” ya que un “nuevo México está emergiendo”.

“Somos dos socios iguales, dos naciones soberanas. Debemos trabajar juntos en el mutuo interés y respeto”, manifestó Obama en un discurso plagado de expresiones en español, muy aplaudidas por los estudiantes, y citas de figuras mexicanas, como el Premio Nobel de Literatura Octavio Paz o el histórico expresidente Benito Juárez.

Economía es la prioridad. En su primera parada latinoamericana tras su reelección en noviembre, Obama eligió visitar al nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto, con quien acordó el jueves relanzar sus relaciones con un enfoque en la integración económica.

Obama, quien ayer se reunió también en privado con empresarios , destacó que México es ya el segundo socio comercial de Estados Unidos –solo por detrás de Canadá– con un intercambio comercial que supera los $1.000 millones diarios.

El mandatario alabó el pacto político del Gobierno mexicano con la oposición, que está impulsando reformas estructurales –de las que han sido aprobadas dos en educación y telecomunicaciones–, y ofreció mantener su cooperación para la nueva estrategia de Peña Nieto contra el crimen organizado.

Responsabilidad compartida. Obama reconoció que la demanda de drogas en EE. UU. alimenta la violencia de los carteles narcotraficantes en México , donde esta no se ha reducido significativamente respecto al anterior mandato, de Felipe Calderón (2006-2012), cuando más de 70.000 personas fueron asesinadas en hechos vinculados al crimen organizado.

Sin embargo, el mandatario reiteró su oposición a la legalización como medida para contrarrestar el poder de los carteles.

En cuanto al tema de la tenencia de armas, Obama se comprometió a hacer todo lo posible para que las armas de venta en su país estén “lejos del alcance de gente peligrosa”.

Asimismo, se mostró “convencido” de que el Congreso de su país aprobará una reforma migratoria “con sentido común” este año para legalizar la situación de 11 millones de trabajadores indocumentados, de los que dos tercios serían de origen mexicano.

También dijo que trabajará con el gobierno de Peña Nieto para tener una “frontera bien regulada”, uno de los puntos que más preocupa a los congresistas republicanos.

Al término de su discurso, Obama saludó a decenas de estudiantes y posó para la cámara con ellos.

Tras su encuentro con empresarios aztecas, partió a Costa Rica para reunirse con la presidenta Laura Chinchilla y asistir a una cumbre con líderes del Istmo que también tiene en su agenda el comercio, migración y lucha contra el narco.