Bangkok arde tras detención de líderes opositores tailandeses

Gobierno no logró ayer contener los disturbios en el centro de la capital

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Bangkok. AFP. Bangkok fue ayer una capital en llamas, escenario de disturbios que el Gobierno no lograba controlar, tras un asalto militar al campamento de los “camisas rojas” que dejó siete muertos y condujo a la rendición de los líderes de la protesta.

La Bolsa de Bangkok, varios centros comerciales, entre ellos el gigantesco Central World y sus tiendas de lujo, así como los locales de un canal de televisión con 100 personas en su interior, ardían a última hora de la tarde, según los bomberos.

El incendio más espectacular destruyó en gran parte el Central World, uno de los centros comerciales más grandes de Asia, situado cerca del lugar ocupado por los rebeldes antigubernamentales.

Cerca de 900 soldados y policías tuvieron que ser enviados para escoltar a los bomberos, según una fuente militar.

Columnas de humo, provocadas también por innumerables neumáticos en llamas, se alzaban por todas partes.

El Gobierno reconoció que algunas zonas de la ciudad estaban todavía fuera de su control, al tiempo que el Ejército prometía “ocuparse de todos los que provocan los disturbios”.

Las autoridades decretaron un toque de queda en Bangkok y en 23 provincias del país, desde las 8:00 p. m. locales hasta las 6:00 a. m. de hoy, jueves, esencialmente en el norte y el noreste, para intentar prevenir el contagio en esas regiones agrícolas y más bien pobres de donde son oriundos muchos de los “rojos” que se manifestaron en Bangkok.

Más violencia. En el noreste, los manifestantes incendiaron dos edificios de gobiernos provinciales, según las autoridades locales. También estallaron disturbios en Chiang Mai (norte).

Estados Unidos, la ONU, la Unión Europea y Japón condenaron ayer la violencia y reclamaron una solución pacífica.

El primer ministro, Abhisit Vejjajiva, cuya renuncia es exigida por “los camisas rojas”, pidió ayer en la noche a los habitantes del país confiar en él.

Tropas escogidas de la Policía recibieron ayer autorización para disparar contra los saqueadores y los agitadores.

En la región noreste, miles de manifestantes incendiaron la sede del gobierno de la provincia de Udon Thani, informó el gobernador Amnat Pagarat, quien aseguró que el Ejército ya controla la zona.

La operación militar para desalojar el barrio turístico y comercial de Bangkok que los manifestantes ocupaban hace semanas comenzó ayer a primera hora de la mañana.

En los enfrentamientos murieron al menos siete personas, entre ellos un fotógrafo italiano, Fabio Polenghi, quien recibió una bala en el corazón y otra en el abdomen, según los servicios de urgencias.

Un total de 58 personas fueron heridas, entre ellas dos periodistas, un holandés y un canadiense.