Nuevo Laredo, México. AFP Autoridades mexicanas hallaron 59 cadáveres en fosas clandestinas en un rancho del estado de Tamaulipas, cerca a la frontera con Estados Unidos, en la misma zona donde en agosto fue descubierta la masacre de 72 migrantes a manos del grupo narco Los Zetas.
El anuncio del hallazgo de los cuerpos, en los alrededores del poblado de San Fernando, ocurrió cuando concluían las multitudinarias marchas convocadas el miércoles en 38 ciudades para protestar por la violencia del narcotráfico y la estrategia del Gobierno para combatirlo.
Identificación. Las autoridades forenses trabajan en identificar los cadáveres que fueron encontrados en ocho fosas comunes en un rancho en La Joya, a unos 160 km de la frontera con Texas, una de las rutas más utilizadas por los emigrantes ilegales hacia EE. UU. y por los narcos para introducir droga.
Tamaulipas vive en los dos últimos años una escalada de violencia atribuida por el Gobierno a la confrontación entre el cartel del Golfo y sus antiguos subordinados Los Zetas, un grupo creado por exmilitares con entrenamiento de fuerzas especiales que desertaron en los años 90 para trabajar como pistoleros del narcotráfico.
Hasta ahora, no se ha establecido si hay extranjeros entre las víctimas, informó ayer una fuente del Servicio Médico Forense en la ciudad fronteriza de Matamoros, adonde fueron trasladados los cadáveres en medio de un fuerte despliegue de policías y militares.
“Se hacen las autopsias y otras prácticas forenses, por ahora no tenemos nada que nos indique si hay extranjeros”, dijo la fuente.
Según la Fiscalía de Tamaulipas, la operación en que fueron hallados los cuerpos se inició tras la denuncia del secuestro de un autobús de pasajeros el 25 de marzo. En la operación fueron detenidas 11 personas y rescatados cinco secuestrados.