Australia aclara muerte de bebé... 32 años después

Perro salvaje se la llevó de una carpa; el cuerpo de la víctima nunca apareció

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Sidney. AFP. La Justicia llegó ayer a la conclusión de que una bebita desaparecida hace 32 años en el desierto de Australia fue tomada por un dingo, un perro salvaje, y puso fin a un caso espectacular que apasionó al país por décadas, inspirando numerosos filmes y libros.

Azaria Chamberlain, de nueve semanas, desapareció de una carpa cerca de Uluro, o Ayers Rock, el 17 de agosto de 1980, mientras su familia acampaba cerca del célebre monolito rojo del centro de Australia, lugar sagrado para los aborígenes.

Su cadáver nunca apareció. Lindy, su madre, fue condenada por su asesinato y encarcelada. El padre fue condenado a una pena de prisión en suspenso por complicidad.

La madre siempre afirmó que su hija fue arrebatada por un dingo.

Ayer, 32 años después, la Justicia australiana le dio la razón.

“Creo que un dingo agarró a Azaria y la arrastró lejos de su carpa. Existen pruebas de que un dingo es capaz de atacar, de apoderarse y de causar la muerte de niños muy pequeños”, declaró Elizabeth Morris, médico forense en el Tribunal de Justicia de Darwin.

La Justicia entregó a los padres de la bebita un certificado de deceso enmendado, en el último capítulo de un caso que dividió al país durante más de 30 años.

Ante la corte, Lindy Chamberlain-Creighton, quien luego se divorció del padre de Azaria y volvió a casarse, mostró su emoción.

“Naturalmente, estamos aliviados y encantados de llegar al final de esta odisea. Australia ya no podrá decir que los dingos no son peligrosos y solo atacan cuando son provocados”, afirmó Lindy, que tiene tres hijos más.

“Por fin se sabe la verdad. Esta ha sido una batalla terrible”, declaró, por su parte, el padre, Michael Chamberlain.

La primera investigación corroboró las afirmaciones de la madre, pero después se retractó. Lindy Chamberlain fue condenada por asesinato luego de un proceso que dividió a la opinión pública. En prisión dio a luz a su cuarto hijo.

Después de que se descubrieron por azar jirones de la ropa de Azaria cerca de madrigueras de dingos en 1986, la condena fue anulada y Lindy Chamberlain fue liberada.

Inclusive, una tercera investigación, en el año 1995, tampoco logró llegar a una decisión.

El caso fue abierto nuevamente por la Justicia australiana debido a nuevas informaciones sobre ataques de dingos. Estos perros salvajes mataron a un niño de nueve años en 2001 y a una niña de dos años en 2005.