Aumento de nevadas agudiza caos en transportes europeos

De 5.000 a 6.000 viajeros durmieron ayer en aeropuerto francés por tormenta

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París. AFP. Miles de pasajeros quedaron atrapados ayer en aeropuertos europeos, en especial los de Londres y París, por las nevadas que perturbaron el tráfico aéreo y terrestre del continente en plena recta final hacia las vacaciones de Navidad y fin de año.

Otro efecto del frío fue la muerte de cuatro personas este fin de semana en los países balcánicos: dos hombres en Bosnia y un matrimonio de ancianos en Serbia.

En Fráncfort, Bruselas, Ámsterdam, París o Londres, muchos viajeros pasaron la noche en los aeropuertos donde, en medio de las maletas, se instalaron camillas y se distribuyeron cobijas.

En Reino Unido, los excursionistas se quedaron varados en los aeropuertos todo el fin de semana (el más atestado de pasajeros en el año) a la espera de que despegaran sus aviones.

Pocos aviones salieron de los dos principales aeropuertos del país: Heathrow y Gatwick que volvieron ayer a abrirse al tráfico, luego de suspender labores varias horas el sábado.

Las autoridades esperaban algo de normalidad hoy en momentos cuando Reino Unido está a punto de experimentar su mes de diciembre más frío desde 1910. En la noche de sábado a domingo, el termómetro cayó a -19,5 grados Celsius en la región de East Midlands (centro de Inglaterra).

En las carreteras, la circulación era difícil, especialmente en Escocia y el norte de Inglaterra.

Los transportes por ferrocarril seguían seriamente afectados y en particular en el sudeste de Inglaterra y en el servicio Eurostar.

Seis trenes Eurostar que unen a Reino Unido con Francia y Bélgica fueron suprimidos ayer por la compañía que retomará la venta de tiquetes a partir de hoy.

Las propias autoridades en las naciones recomendaron evitar la circulación por carretera tanto por las capas que se forman como para evitar accidentes, mientras los trenes operaron con trabas.

El riesgo con el transporte terrestre surge cuando, ya pasada la nevada, la nieve luego se derrite sobre el asfalto, lo cual deja las calles altamente resbalosas, elevando así el riesgo de colisiones.

Efecto regional. El cierre de Heathrow, aeropuerto líder en tráfico internacional, tuvo fuertes repercusiones en otras terminales.

Unas 1.500 personas cuyos vuelos a Londres fueron desviados a Bélgica, pasaron la noche en el aeropuerto de Bruselas, donde se anularon o retrasaron vuelos procedentes o con destino a Londres, Ámsterdam, Fráncfort y París.

Dos Boeing 777 de British Airways procedentes de Estados Unidos descendieron ayer en el aeropuerto de Reikiavik, debido a la imposibilidad de hacerlo en Londres.

Varios cientos de viajeros, entre los 5.200 que fueron desviados por el cierre de Heathrow, durmieron el sábado en el aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, al norte de París y se calculaba que de 5.000 a 6.000 ayer debieron dormir allí por el empeoramiento de la tormenta.

Solo la mitad de las pistas operaron ayer en Roissy, donde los vuelos experimentaron retrasos debido a la incesante nevada.

Las autoridades aeroportuarias francesas pidieron a los demás aeropuertos europeos que se abstuvieran de desviar sus vuelos hacia Roissy para no acentuar el embotellamiento de tráfico.

En cambio, la situación mejoró un poco en Italia, donde el aeropuerto de Pisa volvió a abrir ayer.