Ataques de secta radical dejan 162 muertos en Nigeria

Explosiones, quema de vehículos y asesinatos en plena vía desde el viernes

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Kano, Nigeria. AFP. Al menos 162 cuerpos fueron trasladados ayer a la morgue de Kano, la segunda ciudad de Nigeria, cuyas calles estaban llenas de cadáveres, un día después de una espectacular serie de ataques reivindicados por el grupo islamista Boko Haram.

Un responsable en la principal morgue de Kano detalló que 162 cuerpos fueron recibidos desde que se desató la violencia el viernes en la noche y estimó que el balance podría agravarse.

“Hemos recibido cuerpos desde varias agencias que participan en el acopio de los cadáveres”, dijo la fuente, quien pidió el anonimato ya que no estaba autorizada a formular declaraciones públicas.

Las autoridades decretaron un toque de queda de 24 horas en Kano, la mayor ciudad del norte de Nigeria , de mayoría musulmana, presa de la violencia el viernes al anochecer, con ataques contra ocho comisarías de policía y oficinas de inmigración o residencias.

Se escucharon unas 20 explosiones mientras un atacante suicida asaltaba una comisaría. Un coche bomba estalló frente a ese sitio después de que el agresor huyó, aunque la Policía luego lo mató a balazos, según fuentes policiales.

Varias comisarías más fueron atacadas, incluido un edificio de los servicios secretos, así como las oficinas de inmigración. Miembros de la Cruz Roja nigeriana y de la Agencia Nacional de Situaciones de Urgencia aseguraron que seguían recogiendo cuerpos de las calles.

Islamistas responsables. El principal diario del norte de Nigeria indicó en su edición del sábado que un supuesto portavoz del grupo islamista Boko Haram había reivindicado estos atentados, afirmando que era una respuesta a la negativa de las autoridades a liberar a sus miembros encarcelados.

El presidente Goodluck Jonathan declaró el estado de emergencia el 31 de diciembre pasado en sectores de cuatro estados donde se registraron ataques que fueron adjudicados a esta secta islamista.

Kano no estaba en estado de emergencia y tampoco había sido afectada por los últimos ataques importantes que, en su mayoría, ocurrieron en el noreste del país.

Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales “la educación no islámica es pecado”, lucha por instaurar la ley islámica (sharia) en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, mientras que el sur de país es predominantemente cristiano.

El grupo radical, que admite tener nexos con la red terrorista al-Qaeda, se atribuyó también el atentado contra la sede de la ONU en Abuya el 26 de agosto pasado, que dejó 25 muertos.

Igualmente fue responsable del ataque el 25 de diciembre último en una iglesia de Madalla que acabó con la vida de 44 personas.

Con más de 150 millones de habitantes en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus diferencias políticas, religiosas y territoriales.