Arrestan a último prófugo de secta ligada a atentado en metro de Tokio

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Tokio. AFP. El último miembro prófugo de la secta Aum fue arrestado hoy en Tokio, 17 años después del mortífero ataque con gas sarín que dejó 13 muertos y miles de intoxicados en el metro de la capital nipona, por el cual ya se pronunciaron 13 condenas a muerte.

Katsuya Takahashi, de 54 años, fue detenido en un barrio obrero del sur de la capital cuando se había refugiado en un manga café, un espacio abierto 24 horas diarias todos los días del año, donde los clientes pueden pasar horas leyendo revistas, contemplando videos, navegando en internet, dormitando y comiendo.

“Nosotros recibimos informaciones de que un hombre que se parecía a Katsuya Takahashi se encontraba en ese manga café”, declaró un portavoz policial.

El hombre reconoció que era la persona buscada por todos los servicios policiales de Japón desde la detención a principios de junio de otra exmiembro de Aum que llevaba 17 años prófuga, Naoko Kikuchi, arrestada en la ciudad de Sagamihara, cerca de Tokio.

La detención de Kikuchi, una mujer de 40 años, permitió establecer que ambos habían estado hasta hace muy poco en estrecha relación. La Policía lanzó una vasta operación en la región de Tokio para encontrar a Takahashi.

Su identidad fue confirmada este viernes gracias a sus huellas digitales.

El 20 de marzo de 1995, a primeras horas de la mañana, fieles de Aum Verdad Suprema colocaban bolsas llenas de gas sarín en cinco trenes de metro que se dirigían hacia el barrio de los ministerios.

Al ser perforadas con la punta de un paraguas, estas bolsas dejaban escapar el gas sarín, más mortal que el cianuro, inventado por los nazis, intoxicando a más de 6.000 viajeros atrapados en el metro de Tokio.

Antes de ese ataque, considerado como el peor acto terrorista de la historia del país, la secta ya había cometido asesinatos y secuestros, fabricado bombas y armas químicas, y diseminado gas sarín en la ciudad de Matsumoto (centro) en junio de 1994, causando la muerte de ocho personas.

Takahashi y Kikuchi, que trabajaban con identidad falsa, eran dos de los tres integrantes de Aum que escaparon a la policía después del atentado en el metro de Tokio.

El tercer fugitivo, Makoto Hirata, de 46 años, se entregó a la policía a finales de diciembre pasado y fue inculpado por su participación en el secuestro del hermano de un miembro de la secta que había huido del movimiento religioso en febrero de 1995, un mes antes de los atentados.

La justicia japonesa cerró en noviembre pasado 16 años de procedimiento sobre el atentado de Tokio al confirmar la decimotercera condena a muerte en la horca, sobre un total de 189 ex miembros perseguidos.

Ningún condenado a muerte ha sido ejecutado por el momento.

El ex gurú de la secta, Shoko Asahara, de 57 años, fue condenado a la pena capital en febrero del 2004 por concebir el atentado del metro, el de Matsumoto, y ordenar varios homicidios más.

La secta Aum, que mezcla preceptos budistas e hinduistas sobre fondo de visiones apocalípticas, fue fundada en 1984 por Shoko Asahara, llamado en realidad Chizuo Matsumoto, un maestro de yoga medio ciego, que atrajo a 10.000 fieles.

La secta sigue teniendo existencia legal en Japón, aunque la policía la vigila de cerca. Ahora se llama Aleph -primera letra del alfabeto hebreo- y se ha desmarcado de su antiguo gurú.