Managua. AFP. Centenares de ancianos nicaragüenses se movilizaron ayer por cuarto día consecutivo en Managua para demandar al Gobierno el pago de una pensión mínima, pese a los intentos que ha hecho la Policía para dispersarlos por la fuerza, que han dejado lesionados en ambos bandos.
Los adultos mayores se concentraron nuevamente en las cercanías de la sede del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), al noroeste de la capital, de donde habían sido desalojados por la Policía en horas de la madrugada.
Durante el desalojo, seis policías resultaron lesionados con piedras y otros objetos en la cabeza y el cuerpo, informó la institución en un comunicado.
Mientras, los manifestantes reportaron cuatro detenidos (la Policía no reconoce esta versión) y nueve ancianos lesionados entre el martes y la madrugada de ayer.
“No vamos a dar un paso atrás. Pensaron que no íbamos a estar acá de vuelta” protestando, pero “vamos a estar aquí a tiempo completo hasta que triunfemos”, aseguró uno de los protestantes, Fernando Caballero, a la televisión local.
La protesta la organiza la Unión Nacional del Adulto Mayor (UNAM), que agrupa a unas 15.000 personas mayores de 60 años que no cumplieron con los requisitos para tener una pensión total y que luchan desde hace cinco años por un régimen especial de jubilación.
La UNAM pide al Gobierno una pensión mínima de unos $140, así como asistencia médica especializada, medicinas y otros beneficios.
El Frente Nacional de los Trabajadores (FNT, izquierda) acusó a los ancianos de formar parte de “un plan de la derecha” para desestabilizar al gobierno de Ortega, y llamó a sus afiliados a participar en una contramarcha el próximo lunes.