Pekín. (AFP). La red catarí de televisión Al-Yazira anunció que se ve obligada a cerrar su producción en inglés con sede en Pekín, después que las autoridades chinas negaran el pedido de renovación de la visa de prensa para su periodista.
El Club de Corresponsales Extranjeros en China (FCCC) declaró estar "escandalizado" por la decisión china que en términos prácticos equivale a una expulsión, y añadió que se trata de una "grave amenaza a la capacidad de la prensa extranjera de trabajar en China".
Empleada de la cadena Al-Yazira en inglés, Melissa Chan es la primera periodista expulsada de China desde 1998, fecha en la que un corresponsal de la revista alemana Der Spiegel había sido expulsado después de haber sido acusado de poseer secretos de Estado.
Al-Yazira explicó que no tenía otra opción que cerrar su sección en inglés, ya que China se negó a otorgar nuevas visas a otros profesionales de ese servicio. La cadena mantendrá sus operaciones en árabe en la sede de Pekín.