Al menos 38 muertos en atentados en Irak

Segunda serie de atentados contra los chiitas en tres días

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Hilla, Irak. (AFP). Al menos 38 personas, entre ellas mujeres y niños, murieron y 124 resultaron heridas hoy en atentados contra la comunidad chiita y la fuerzas del orden en Irak, poniendo en duda una vez más la capacidad del gobierno de garantizar la seguridad del país.

Se trata de la segunda serie de atentados contra los chiitas en tres días. El martes, al menos 12 personas murieron y 50 quedaron heridas en atentados cerca de los lugares de culto chiita en Bagdad. En lo que va de mes han muerto 147 personas.

En la ciudad Hilla, a 95 km al sur de Bagdad, dos bombas estallaron el jueves al paso de un grupo de peregrinos chiitas, matando a 28 personas e hiriendo a otras 85, indico la policía y un médico.

Las fuerzas de seguridad prohibieron el acceso al lugar del atentado e instalaron retenes varios puntos de la ciudad para revisar los coches y los comercios de los alrededores habían cerrado sus puertas.

En la ciudad santa chiita de Kerbala, un poco más al sur, un coche bomba estalló bajo un puente, matando a cinco personas e hiriendo a otras 13, según un responsable de la policía y un médico.

Por otra parte, un ataque con un coche bomba contra una patrulla militar en Faluya, al oeste de Bagdad, dejó tres soldados muertos, otros tres heridos, así como cuatro civiles.

En Mosul (norte), un policía y un civil murieron y dos policías quedaron heridos en un atentado similar contra una patrulla policial, según fuentes mèdicas y de la seguridad.

Cada año, millones de chiitas van en peregrinaje a Kerbala para celebrar allí la fiesta del Ashura, que conmemora el martirio del imam Hussein, nieto del profeta Mahoma, que murió en 680 en Kerbala.

Este año, aunque murieron tres peregrinos murieron y 35 fueron heridos en atentados, las celebraciones que duran hasta el domingo han sido relativamente menos violentas con respecto a años pasados.

Pero los atentados de esta semana ponen en cuestión una vez más la capacidad de las fuerzas de seguridad para garantizar la estabilidad del país, que se repone apenas de un sangriento conflicto interconfesional.

Los combatientes sunitas del Estado islámico en Irak, rama de al-Qaeda en el país, tratan frecuentemente de destabilizar el gobierno del chiita Nuri al Maliki a través de violentos ataques contra las fuerzas de seguridad y la comunidad chiita, mayoritaria en Irak.

La violencia es prácticamente diaria en Irak, pese a que ha disminuido considerablemente desde el conflicto confesional de 2006-2008.

En diciembre de 2011, Estados Unidos retiró sus últimas tropas de Irak después de una presencia de casi nueve años tras la invasión del país en 2003 y el derrocamiento del presidente Sadam Husein.