Al menos 23 muertos en ataques contra chiítas en Irak

El primer ministro, Nuri al Maliki, solicitó ayuda a Estados Unidos para combatir la violencia del país a causa de los rebeldes

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Bagdad

Al menos 23 personas murieron este miércoles en una serie de atentados con bomba coordinados contra peregrinos chiitas en el oeste y el norte de Irak en vísperas de la celebración de la conmemoración religiosa Ashura.

Se trata de un incremento en la ola de violencia que comenzó hace varios meses y que las autoridades no han podido evitar hasta la fecha, a pesar de varias operaciones contra los insurgentes. Esta situación obligó al primer ministro, Nuri al Maliki, a pedir ayuda a Estados Unidos para combatir a los rebeldes.

La violencia de este miércoles tuvo lugar en vísperas de las ceremonias anuales del aniversario de la muerte de una figura clave del islam chiíta, un período durante el cual los militantes sunitas aumentan sus ataques contra los chiítas, a los que consideran apóstatas.

El ataque más mortífero tuvo lugar en las afueras de la ciudad de Baquba, que se encuentra al norte de Bagdad, en una de las regiones más violentas de Irak. Tres ataques con bomba coordinados tomaron como blanco a los peregrinos chiítas que celebraban el Ashura. Ocho personas murieron y 25 fueron heridas en esas explosiones, según fuentes médicas y de la seguridad.

Las autoridades provinciales esperan que dos millones de peregrinos -tanto iraquíes como extranjeros- visitarán Kerbala en los diez días anteriores al Ashura, y todos los hoteles de la ciudad están llenos.

Durante los días previos al Ashura, que este año cae un jueves, los musulmanes chiítas a menudo levantan carpas a lo largo de la ruta de la procesión, donde se distribuyen alimentos a los caminantes y se pueden reunir los peregrinos.

Otros fieles caminan hacia Kerbala, donde se encuentra el santuario del imán Husein, cuya muerte en 680 en un ataque del califa Yazid se convirtió con el tiempo en un símbolo de la escisión entre las ramas musulmanas sunita y chiita.

Ola de violencia. Lo militantes sunitas vinculados a al-Qaeda, que consideran a los musulmanes chiítas como infieles, a menudo aumentan sus ataques contra la comunidad mayoritaria de Irak durante el Ashura.

Otras 15 personas perdieron la vida en Irak el miércoles en diversos actos de violencia, y la policía mató a tres militantes, indicaron fuentes oficiales.

Al este de la ciudad de Tikrit, de mayoría sunita, un kamikaze hizo estallar un vehículo cargado de explosivos en un puesto de control policial, matando a 11 personas, incluyendo a tres policías.

Y cerca del antiguo bastión insurgente de Faluya, dos bombas colocadas en las viviendas de policías, seguidas por una tercera que estalló cuando los curiosos se habían congregado en el lugar, mataron a cuatro personas e hirieron a una docena más.

Un ataque policial en la región desértica de Yazeera, en el noroeste de Irak , terminó con la muerte de tres militantes. Cuatro policías también fueron heridos durante esa operación.

Las muertes de este miércoles fueron las últimas en la peor ola de violencia registrada en Irak en diversos ataques este año, a pesar del fortalecimiento de las medidas de seguridad y numerosas operaciones contra los rebeldes.

Maliki pidió ayuda a Estados Unidos a través de informaciones de los servicios secretos y el envío de nuevas armas.

El ministro de Relaciones Exteriores turco también ofreció el apoyo de su país durante una reciente visita a Bagdad.