Agentes de inteligencia son claves en conflicto

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París. AFP La presencia de agentes de inteligencia y de miembros de fuerzas especiales occidentales entre los insurgentes libios, previsible según los expertos aunque desmentida oficialmente, es una de las claves del conflicto.

Oficialmente, la coalición no cuenta con hombres sobre el terreno en Libia. Pero a finales de febrero, la prensa inglesa ya hablaba de la intervención de hombres del SAS, las fuerzas especiales del ejército británico, para sacar a cientos de empleados de grandes compañías petroleras aislados en el desierto. Desde entonces, la coalición desmiente toda implicación de agentes occidentales entre los insurgentes libios.

En la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE), los servicios de inteligencia franceses, se limitan a repetir la fórmula habitual: “No comentamos nuestras operaciones reales o supuestas”. Sin embargo, para los especialistas del espionaje, la presencia en tierra de agentes en este tipo de conflictos es “una constante en la historia militar”.

“Es más sensato hacer intervenir a equipos pequeños, muy discretos, que aporten su habilidad operativa en materia de instrucción, encuadramiento y orientación puramente táctica”, afirma Pascal Le Pautremat, especialista del mundo árabe y colaborador del Instituto de Altos Estudios de Defensa Nacional (IHEDN).

Esos equipos tendrían entre “cinco y 12 personas” y contarían con potentes sistemas de transmisión. Su objetivo sería “determinar objetivos” para permitir a los aviones de la coalición afinar sus ataques.