Kampala. AFP y EFE. Los líderes africanos reunidos ayer en Kampala para buscar una solución al conflicto de la República Democrática del Congo (RDC) , que amenaza la estabilidad regional, exigieron al rebelde Movimiento M23 poner fin de las hostilidades.
En un comunicado conjunto leído por el ministro ugandés de Exteriores, Sam Kutesa, los líderes de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (ICGLR) trazaron un proceso que debería cumplirse en dos semanas.
La cumbre pidió a los insurgentes que se retiren de la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, fronteriza con Ruanda y rica en recursos minerales.
En concreto, la ICGLR exigió a los rebeldes que “detengan todas las actividades y evacúen Goma”, ciudad que tomaron el martes, y se retiren a una zona a “no menos de 20 kilómetros” al norte de la urbe.
Asimismo, el M23, que envió este jueves a Kampala al líder de su ala política, Jean Marie Runiga, para tratar la crisis con el jefe de Estado ugandés y presidente de la ICGLR, Yoweri Museveni, deberá “rearmar a la Policía, que fue desarmada (tras la captura de Goma), para que retome sus obligaciones”.
El M23 lo forman soldados congoleños amotinados y supuestamente fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad. Los rebeldes se sublevaron en abril contra la pérdida de poder impuesta por el Gobierno a su líder, y renegociar el acuerdo del 23 de marzo de 2009, que da nombre al grupo y supuso su inserción en el Ejército.