Moscú. AP. La Policía detuvo ayer a un activista que trató de ingresar a la iglesia ortodoxa más grande de Rusia a rezar para que Vladimir Putin deje de gobernar su país, provocando la ira de los grupos ortodoxos y la intervención de los oficiales moscovitas.
Varios oficiales antimotines se interpusieron de inmediato ante la acción del manifestante Roman Dobrokhotov y lo metieron en un vehículo de la policía que se encontraba a unos metros de la catedral de Cristo Salvador en Moscú.
Otra manifestante, de nombre Mariya Baronova entró en el recinto religioso, pero fue arrinconada por un grupo que trató de escoltarla hacia la salida.
La iglesia ha sido un sitio de protestas después de que tres cantantes feministas de punk, integrantes del grupo “Pussy Riot” fueron sentenciadas a siete años de prisión por hacer manifestaciones y oraciones contra Putin en la catedral, el 21 de febrero pasado.
El trato que le dieron a estas mujeres provocó la indignación pública y contribuyó a las crecientes críticas contra la Iglesia.
En respuesta a los manifestantes, un grupo de ortodoxos se formó frente a la catedral ayer en un intento por impedir el acceso de los opositores.