nueva york. ap Los inversionistas en Wall Street y en todo el mundo vendieron ayer jueves sus acciones con desesperación, más convencidos que nunca de que una recesión mundial está en camino. El Dow Jones perdió casi 400 puntos.
La venta masiva comenzó en Asia, se intensificó en Europa y sacudió los mercados en Estados Unidos. Las acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York protagonizaron una pequeña recuperación antes del final de las operaciones, pero, aun así, terminaron cerca de sus mínimos para el año.
Un indicador financiero tras otro mostró que los inversionistas están perdiendo la esperanza de que la economía pueda seguir creciendo. El precio del petróleo y el de los metales, los cuales dependen de la demanda económica, se redujeron significativamente. Los inversionistas buscaron la seguridad de los bonos del Tesoro.
FedEx, una compañía que envía tantos bienes que se considera un termómetro de la economía estadounidense, redujo su pronóstico de ganancias para el año debido a que sus clientes están postergando las compras de artículos electrónicos y otros aparatos de China.
El Índice Dow Jones perdió 391,01 unidades (3,5%) para ubicarse en 10.733,83. La venta no solo fue fuerte, sino amplia: diecinueve acciones cayeron por cada una que subió. Por su parte, el Standard & Poor’s 500 retrocedió 37,18 puntos (3,2%) para quedar en 1.129,58 y el tecnológico Nasdaq bajó 82,52 unidades (3,3%) y quedó en 2.455,67.
Los mercados dependen de la confianza y la certeza. En este momento no hay ninguna de las dos, dijo John Canally, estratega económico de LPL Financial, una firma de inversión en Boston.
Fue la segunda caída consecutiva en el mercado bursátil desde que la Reserva Federal anunció un cambio en la estrategia para combatir la desaceleración.