Los vendedores de flores no prevén una venta loca de ramos o arreglos especiales para este Día de la Madre.
Su pesimismo se basa en las ventas raquíticas que, aseguran, han tenido hasta ahora, en comparación con los primeros días de agosto del 2010.
En un sondeo efectuado entre expendedores josefinos de rosas, yerberas, lirios, pomas y otras flores hablaron de una disminución de entre un 40 y 50%, aunque confían en repuntar conforme se acerque la fecha especial.
Evelyn Valverde, de la floristería La Gardenia, sostuvo que las ventas “han estado más malas que en otro años”. En ese local, cada rosa cuesta ¢1.500 y la docena se cotiza en ¢15.000.
“Las ventas han estado muy malas, quizá un 50% de lo que yo vendía para estos días del año pasado. Si dicen que en el país no hay crisis, pues yo vivo en otro lado”, fueron las palabras de José María Azofeifa.
Este hombre administra un puesto de flores que tiene 40 años de estar en el mismo lugar: la esquina noreste del edificio de Correos de Costa Rica, en el corazón de la capital. En este tramo una rosa cuesta ¢1.000; tres se venden en ¢2.500 y la docena, en ¢10.000.
Complicado. No muy lejos de allí, frente al Banco Central, se encuentra el Quiosco de las Flores, a cargo de Juan Carlos Córdoba, quien aseguró que la venta de flores ha estado “muy baja”, en especial la de rosas.
Este hombre se extraña por el comportamiento de los consumidores porque, dijo, los precios no han subido con respecto a los del 2010. Por ejemplo: cada rosa cuesta allí ¢1.000, y la docena se vende entre ¢12.000 y ¢13.000. El arreglo de 12 pomas cuesta ¢6.000.
Para los economistas que trabajan al otro lado de la calle, en el edificio del banco rector, el consumo en Costa Rica estará mejor este año que el pasado (4,8 puntos porcentuales frente a 4,1 del 2010).
Pero Ricardo Rivera, vicepresidente de la Asociación de Productores de Flores, tiene sus dudas acerca de una mejora en las ventas de rosas, producto que cultiva desde hace años.
Asegura que las ventas de estas flores a los distribuidores –quienes después las venden a las floristerías– han estado un 40% por debajo frente a lo vendido el año pasado.
Para no perder flores, este productor y otros miembros de la Asociación expenden el paquete de 24 rosas en ¢5.000, cuando lo habitual es ofrecerlo en ¢6.500. “Es la única manera de salir con los costos”, arguyó Rivera, vía telefónica, desde su finca en Cartago.
Asimismo, adelantó que las fincas productoras de rosas venderán flores al detalle.