San José y Paso Canoas. Los 300 furgones que bloquearon seis días la frontera entre Costa Rica y Panamá se movilizaron ayer a partir de las 5:30 p. m.
Para ello, los transportistas confiaron en el compromiso del gobierno de Laura Chinchilla de no permitir más abusos por parte de las autoridades panameñas y de que se cumplirán todos los acuerdos de libre tránsito firmados.
Juan Carlos Segura, vocero de los manifestantes, destacó que ellos querían un compromiso más firme, con documentos oficiales que garantizaran los acuerdos, pero confían en que Panamá cumpla y que los abusos no se repitan por parte del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
Los camioneros nacionales denunciaron que Senafront les aplica medidas abusivas, les confisca las llaves de los vehículos y los obliga a regresar a Paso Canoas para que cancelen las multas, sin darles 30 días hábiles para pagar, como establece la ley.
Negociación. La decisión de suspender el bloqueo se dio luego de una videoconferencia entre el viceministro de Comercio Exterior, Fernando Ocampo, y los transportistas, a partir de las 2 p. m.
Ocampo dijo que tras muchas gestiones con los homólogos panameños, se logró que aprobaran tramitar las multas en forma expedita y que les dieran 30 días para pagar. Asimismo, que liberaran los vehículos que tenían decomisados.
El canciller, Enrique Castillo, aseguró al mediodía que no existía ninguna razón para que el cierre de la vía continuara, porque el conflicto ya había sido solucionado.
“Yo en la mañana hablé con mi homólogo, Fernando Núñez, y el Gobierno de Panamá se comprometió a respetar el tiempo establecido por ley para que los transportistas paguen las multas y presenten sus apelaciones”, dijo.
Además, gestionó que dejaran ingresar a ese país 29 camiones que estaban retenidos en la frontera.
La presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica, Mónica Segnini, festejó el levantamiento del bloqueo, pero dijo que se requiere de una solución integral y de largo plazo.