En momentos en que la Asamblea Legislativa pisa el acelerador para aprobar el paquete de reformas financieras, en el PLN y el PUSC cunde el temor de que el debate por la apertura del redescuento y las cuentas corrientes frenen los avances.
Las encontradas posturas que mantienen ambas agrupaciones en torno a la conveniencia de imponerle o no condiciones a la banca privada, amenazan con convertirse en un "cuello de botella" en los próximos días.
Ni siquiera dentro del Partido Liberación Nacional (PLN) existe consenso sobre los requisitos que, en su criterio, deben cumplir los bancos no estatales para accesar al redescuento y las cuentas corrientes.
En el oficialismo, lejos de asomar el consenso, surgen más alternativas. Ayer trascendió una nueva propuesta para que la apertura de las cuentas corrientes no rija hasta dos años después de que la legislación entre en vigencia.
Luis Líberman, presidente de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), calificó de "locura" la idea de esperar dos años. "Si los bancos del Estado no han podido en 50 años estar listos para competir, no lo estarán nunca", alegó.
Otros sectores del PLN valoran la posibilidad de que el departamento de Fomento del Banco Central sea una fuente de financiamiento para cooperativas de ahorro y otras entidades especializadas en atender al pequeño productor.
Antonio Alvarez, presidente legislativo, afirmó ayer que los diputados liberacionistas que pertenecen a la comisión apoyan la propuesta de su compañero de fracción Ottón Solís y que así lo definirán la semana entrante.
El planteamiento de Solís propone que los bancos privados puedan escoger entre dos opciones: dedicar una parte de sus recursos a créditos para el pequeño agricultor o abrir cuatro sucursales en zonas rurales.
Para tomar esta decisión queda poco tiempo, si se quiere cumplir con el acuerdo suscrito el lunes pasado entre el Gobierno y la oposición socialcristiana, de aprobar en primer debate, antes del 30 de julio, las reformas financieras y otras cuatro iniciativas.
A este ambiente de tensión se suma un inesperado incidente protagonizado ayer por Fuerza Democrática y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) en la comisión de reformas financieras, que podría afectar la labor de este grupo.
Luces de esperanza
Aunque en las tiendas del PLN y del PUSC se reconoce que la discusión del rompimiento del monopolio bancario podría retrasar la discusión de las reformas, existe optimismo de poder cumplir con los plazos fijados.
El diputado liberacionista Saúl Weisleder, presidente de la comisión de reformas financieras, espera que la iniciativa esté aprobada, en primer debate, en julio.
El panel trabaja en jornadas extraordinarias. Incluso se habilitó el día de ayer y hoy para sesionar.
"Ese texto (el del proyecto de reformas financieras) por lo menos hasta el artículo 124 ha sido muy discutido... Yo pienso que si las fracciones continúan el ritmo, para final de mes el proyecto estará dictaminado", estimó Weisleder.
El legislador socialcristiano, Alexánder Salas, reiteró que el PUSC no avala la tesis de imponerle requisitos a la banca privada. No obstante, confió en poder llegar a un entendimiento para que la comisión dictamine el proyecto en la segunda quincena de julio.
Tanto el diputado liberacionista Saúl Weisleder (izquierda) como el legislador del PUSC Alexánder Salas, coinciden en que el proyecto de Ley Orgánica del Banco Central y sus reformas -que contiene los cambios financieros- podría quedar aprobado antes de finalizar julio.
Proponen plazo para acceder a beneficios
Dentro del Partido Liberación Nacional han surgido varias propuestas sobre los requisitos que deberían cumplir los bancos privados y financieras para poder acudir al redescuento y tener el derecho de manejar cuentas corrientes. Para ello se han discutido varias opciones. Aunque aún no hay una decisión, los bancos privados podrían quedar frente a algunas de estas opciones:
1.
Prestar 20 por ciento de todas sus captaciones a menos de 30 días a los bancos estatales, a una tasa no mayor de la tasa pasiva a un mes plazo, para que estos recursos sean destinados a préstamos al pequeño agricultor y, en general, al pequeño empresario.
2.
Abrir 4 sucursales en las zonas rurales (independientemente del tamaño del banco).
3.
Dedicar al menos 10 por ciento de sus captaciones a menos de 30 días a programas que indique el Ministerio de Planificación. Por estos préstamos no podría cobrar una tasa de interés mayor a la tasa de captación de los depósitos estatales a 30 días.
4.
Trasladar parte de sus recursos al departamento de Desarrollo del Banco Central. Este departamento prestaría los dineros a cooperativas de ahorro y otras entidades especiales para que los destinen a préstamos a pequeños productores.También proponen que la apertura de cuentas corrientes rija dos años después de que la legislación entre en vigencia.
Ante este panorama, el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) propugna porque no haya condicionamiento alguno para que la banca privada acceda al redescuento y a las cuentas corrientes.