Ticos son los que más acuden al ahorro formal en la región

Los universitarios, jóvenes y gente de altos ingresos son los que más ahorran

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El 20% de los costarricenses ahorra en el sistema financiero formal, lo que pone al país a la cabeza en Latinoamérica.

La información se extrajo de un análisis efectuado por La Nación de los datos de 18 países latinoamericanos, a partir de la Encuesta de Inclusión Financiera realizada por el Banco Mundial, a fines del 2011 y publicada este año.

Los resultados arrojan que Costa Rica es el único país de América Latina en el que el porcentaje de ahorrantes en el sistema formal (20%) supera al promedio del resto de naciones en desarrollo (18%) .

Bolivia, República Dominicana, Ecuador y Venezuela siguen a Costa Rica, mientras que países con un nivel de ingreso superior, como Chile y Uruguay, ocupan posiciones inferiores.

“Cuando uno compara con países similares, encuentra que en Costa Rica la inclusión financiera es alta, y eso es un logro importante que ha tenido el sistema financiero y bancario”, explicó el economista Ronulfo Jiménez.

La Encuesta destaca que una de las razones del uso escaso de las instituciones financieras formales en la región es que las cuentas se utilizan para recibir el pago de salarios.

El estudio del Banco Mundial, divulgado ayer por La Nación , también concluye que la mitad de la población costarricense carece de una cuenta de ahorro en una institución financiera

Los que ahorran. En Costa Rica, la población con mayores ingresos y la de más alto nivel educativo tienen tienen la mayor propensión a ahorrar.

Por ejemplo, los costarricenses de alto ingreso ahorran 2,5 veces más que los que se ubican en el quintil inferior.

El ahorro local disminuye conforme aumenta la edad de la persona. Así, el 86% de los ahorrantes son personas entre 15 y 54 años, mientras que solamente el 14% tiene 55 años o más.

El número de hombres que guarda recursos en el sistema formal duplica a las mujeres.

La escalera. La inclusión financiera no solamente se mide por el ahorro, sino que depende de varios factores.

“Uno puede verlo como una escalera, donde el primer nivel son los servicios de depósitos y ahorro, y el siguiente nivel es el crédito; dentro de este hay una primera puerta que es la tarjeta de crédito y la otra que son préstamos de más largo plazo”, comentó Ronulfo Jiménez.

De esta forma, el grado de inclusión varía de un país a otro, ya que si bien algunas naciones pueden haber superado el primer nivel (tener cuenta), aún se encuentran rezagadas en otros aspectos.

Por ejemplo, Brasil tiene el mayor porcentaje de personas con cuenta bancaria (56%) y el segundo con crédito en alguna institución financiera, pero ocupa el noveno lugar en ahorro formal.

Atraso. El rezago de Costa Rica es en el crédito en instituciones financieras, ya que solamente el 22% pudo acceder al financiamiento formal. Esto incluye préstamos en bancos (10%), o la tenencia de tarjeta de crédito (12%). En total, esto equivale a 20 puntos porcentuales menos que Uruguay, el país con mayor cantidad de créditos formales.

Las normas de regulación financiera, que exigen requisitos similares para préstamos grandes o pequeños, son uno de los factores que ayuda a ensanchar la brecha de uso del crédito, ya que hace que el otorgamiento de préstamos se vuelva costoso para bancos y clientes.

Danilo Montero, director ejecutivo de la Asociación Costarricense para las Organizaciones de Desarrollo (Acorde), comenta se ha encontrado con personas que han vivido estos obstáculos.

“Hay unos que han intentado acceder al crédito formal y no pueden, porque no tienen estados financieros ni garantías que ofrecer, y otros que no pueden acceder porque la necesidad de financiamiento es muy pequeña, por ejemplo, $1.000, y a las entidades les resulta muy costoso”, explicó Montero.

Ronulfo Jiménez afirma que en las últimas décadas ha habido avances importantes.

“Esto ha venido avanzando, porque hace 20 años no había crédito para los hogares, y ahora cerca de la mitad de las entidades bancarias está dedicada a crédito de consumo o vivienda”, comentó Jiménez.

Aun así, las oportunidades de mejora existen. “Hay que tener productos adecuados y canales de comercialización adecuados. Hay que hacer la mezcla entre el Gobierno, las autoridades reguladoras y las entidades bancarias”, agregó Jiménez.

La encuesta Se realizó a 150.000 personas mayores de 15 años, en 148 países del mundo. En el país, la muestra fue de 1.000 personas y se ponderó para garantizar representatividad. El margen de error es de 3,7%.