México. (EFE). El Senado mexicano ratificó hoy el Tratado de Libre Comercio (TLC) que mantiene México con Centroamérica, el cual promueve la expansión y diversificación comercial con Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
La Cámara alta aprobó por unanimidad el dictamen por el que se aprueba este acuerdo comercial, en una votación efectuada en la última sesión ordinaria del Congreso mexicano.
En Costa Rica, mientras tanto, el acuerdo unificado con el resto de naciones del Istmo está pendiente de envío a la Asamblea Legislativa. El Comex informó esta tarde que no estaba todavía lista la fecha para ese trámite.
De acuerdo con el dictamen del senado mexicano, el pacto internacional promueve el acceso de los productos mexicanos a estos mercados y “fomenta la integración de la economía mexicana con la región centroamericana y contribuye a elevar la competitividad”.
El acuerdo comercial, firmado el 22 de noviembre pasado en El Salvador, señala que para 2012 deberán cumplirse los compromisos de eliminación arancelaria y quedará libre de gravámenes la mayor parte del comercio de México con esos países.
El TLC México-Centroamérica, que fue promovido desde 2008 entre los Gobiernos de México y Centroamérica, busca facilitar y aumentar el comercio “bajo una sola normativa” , fortalecer las cadenas productivas, otorgar certidumbre a los inversionistas, precisa el dictamen.
También contempla proteger y hacer valer los derechos de propiedad intelectual de cada país, establecer las líneas para la cooperación bilateral, regional y multilateral, con el fin de ampliar y mejorar los beneficios del Tratado.
Según datos oficiales, Centroamérica es un mercado importante cuyas importaciones mundiales ascienden a casi $50.000 millones y la participación de México en ellas asciende a alrededor del 8%.
El comercio bilateral entre México y Centroamérica se ha multiplicado 3,6 veces, para alcanzar $6.554 millones en el 2010.
También hoy, el Senado mexicano ratificó el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Perú en una apretada votación y después de rechazar un dictamen de una Comisión legislativa, que argumentaba que el acuerdo comercial carecía de un marco jurídico claro y afectaba al sector agropecuario.