Con el fin de generar un ahorro mensual por ¢250 millones, el Consejo Nacional de Producción (CNP) prescindirá de 130 trabajadores.
William Barrantes, presidente ejecutivo de la institución anunció, ayer, la decisión con la que pretende detener el crecimiento del déficit financiero del CNP, que ya supera los ¢12.500 millones.
En primera instancia, la salida de los funcionarios podrá darse por movilidad voluntaria, otros pensionarse y como última medida se harán despedidos.
Para esto, el Gobierno Central dispuso de ¢4.000 millones, los cuales cubrirían hasta 29 años de cesantía por trabajador.
De no acogerse a este beneficio, la institución procedería con los despidos de las personas que no estén en el nuevo esquema de funcionamiento del CNP, que solo incluye a 659 empleados (hoy son 720).
“Tiene que darse una reducción de la planilla”, aseveró Barrantes.
Otras de las medidas para generar mayores ingresos al CNP será reactivar la Fábrica Nacional de Licores (Fanal), y se buscará alianzas para proveer servicios a otras instituciones del Estado.
Empleados sin funciones. Con la implementación del Sistema de Banca para el Desarrollo, un grupo de empleados del CNP quedó sin funciones asignadas, pero con un salario con cargo al presupuesto.
“¿Qué se quedaron haciendo (esos trabajadores)? Cuesta mucho probarlo. Pero se generan gastos y gastos, en términos de una actividad que no se está haciendo”, manifestó Barrantes a La Nación .
Manuel Porras, secretario de uno de los dos sindicatos de empleados del CNP (Sinconapro) indicó que la agremiación está de acuerdo con mejoras en la entidad, pero no con los términos de la movilidad que plantea Barrantes, pues, a su juicio, no hubo un estudio técnico que sustente el plan.
El anuncio del cese de las plazas se hizo pese a que el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda, del Segundo Circuito Judicial de San José, emitió el jueves una orden para suspender la ejecución de la reestructuración del CNP, a petición de Sinconapro.