Washington
El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos informó que los precios al consumidor aumentaron 0,1% en setiembre tras una caída del 0,2% en agosto. Los precios fundamentales, que excluyen rubros volátiles como alimentos y combustibles, aumentaron 0,1% luego de no registrar variantes en agosto.
En los últimos 12 meses, tanto los precios en general como los fundamentales aumentaron 1,7%. Los dos aumentos están muy por debajo de la meta inflacionaria de 2% fijada por la Reserva Federal. La ausencia de presiones inflacionarias permite al Banco Central mantener las tasas de interés en su nivel récord por lo bajo para estimular la economía.
Analistas sostuvieron que la marcada reducción en los precios de los energéticos provocará que la inflación se mantenga baja en los próximos meses y dé mayor margen de maniobra a la Reserva Federal. Muchos economistas creen que la Fed no elevará las tasas de corto plazo sino hasta junio del próximo año.
"El panorama inflacionario más benigno le da más elementos a las autoridades de la Fed que prefieren esperar antes de elevar las tasas" , dijo Paul Dales, economista principal para Estados Unidos en la consultoría Capital Economics.
Aunque la baja inflación ha permitido a la Reserva Federal mantener las tasas de interés bajas eso es una desventaja para los ahorradores. También significa que muchos estadounidenses que los ajustes a sus pagos de seguridad social reciben pagos reducidos.
El Gobierno anunció que, con base en la inflación del año pasado, los beneficios se incrementarán 1,7% en enero, la quinta ocasión en los seis años pasados que los beneficios se incrementan menos de 2%.
Los costos de alimentos aumentaron 0,3% en setiembre y crecieron más de 3% en los 12 meses pasados, lo que se ha agravado por las condiciones de sequía en diversas partes de Estados Unidos. Los precios de la carne de res y ternera aumentaron 2% en setiembre y han subido 16,7% desde enero.