Último golpe de efecto de Ben Bernanke

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Washington. EFE El presidente de la Reserva Federal (FED), Ben Bernanke, que dejará el cargo a finales de enero, dio ayer su último golpe de efecto con su decisión de iniciar la anunciada retirada del multimillonario programa de compra de bonos.

Aunque el propio Bernanke reconoció que el plan de reducir el volumen de compra de $85.000 millones a $75.000 millones es modesto, supone la culminación y el principio del fin de la que se considera su medida más arriesgada: la relajación cuantitativa.

A través de tres rondas sucesivas, la FED inyectó en la economía estadounidense cerca de $3 billones, en una operación considerada por los expertos como su jugada maestra para revitalizar el entorno tras la crisis de 2008, cuando los tipos de interés ya se encontraban en niveles bajos.

En su última conferencia de prensa, Bernanke tuvo tiempo para la autocrítica al reconocer que no supo ver venir la crisis, calificada como la Gran Depresión y la de mayor calado en Estados Unidos en las últimas ocho décadas.

“Fui lento a la hora de reconocer la crisis. En retrospectiva, fue una crisis clásica, solo que con un disfraz distinto”, afirmó.

En un momento de ironía poco común y ante la pregunta de cómo espera que sea su legado, se limitó a decir: “Espero vivir lo suficiente para leer los libros de texto”.

No obstante, se mostró orgulloso de los esfuerzos realizados al frente del banco central.

“Cada decisión que tomas es en tiempo real, con información deficiente”, indicó sobre la dificultad de dirigir la Reserva Federal.

Ahora, quien quedará encargada de gestionar esta salida gradual del estímulo monetario será la actual vicepresidenta, Janet Yellen, a quien Bernanke ha reconocido como estrecha colaboradora y hoy podría ser confirmada por el Senado como su sucesora.

Bernanke, de 59 años, rechazó que su inminente salida de la FED haya afectado el momento del inicio de la retirada de estímulo.

“Ella (Yellen) respalda plenamente lo que hicimos”, afirmó.

Hace unas semanas, en una plática con estudiantes, reconoció que le habría gustado dejar el puesto con un 5% de tasa de desempleo en lugar del actual 7%.

Además, volvió a defender el doble mandato de la FED para el fomento del pleno empleo y, la estabilidad de precios, como directriz fundamental de la política monetaria de Estados Unidos.