Gobierno subsidiará creación de empleos

Iniciativa destinará ¢43.680 millones a empresas, para abrir 30.000 puestos

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El Gobierno anunció este lunes la creación de un subsidio de ¢1,4 millones por trabajador para las empresas privadas que contraten a jóvenes, mujeres y personas con discapacidad.

El plan es parte del programa Mi Primer Empleo y consiste en un depósito en dos aportes: uno, en el primer semestre, y otro, al cumplirse el año. Así, el Gobierno se asegura de que la persona tendrá trabajo al menos durante un año completo.

Los perfiles de estas personas responden a tres poblaciones con los porcentajes más altos de desempleo: un 21,8% en el caso de los jóvenes, 12,1% de mujeres y 60% entre quienes tienen alguna discapacidad, en comparación con el promedio nacional, que es del 10%.

En el caso de los jóvenes, deberán ser menores de 35 años, mientras que para las mujeres y las personas con discapacidad, no existe restricción de edad.

La iniciativa del Poder Ejecutivo pretende fomentar la creación de 30.000 empleos nuevos en un plazo de tres años (10.000 por año), con una inversión total de ¢43.680 millones.

Los recursos provendrán, principalmente, de los superávits de las instituciones involucradas en el programa: el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que lo lidera, además del Ministerio de Economía, el Instituto Mixto de Ayuda Social y el Instituto Nacional de Aprendizaje.

Los recursos se van a canalizar mediante un fideicomiso que maneja el Ministerio de Trabajo con el Banco Popular.

Con esa inversión, se alcanzaría un rédito salarial de ¢100.000 millones, calculó el ministro de Trabajo, Víctor Morales.

Con la totalidad del programa, el Gobierno atendería al 13% de los 217.933 desempleados que contabiliza en la actualidad la Encuesta Continua de Empleo.

Filtros. Este tipo de programas son frecuentes en Latinoamérica, revela un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo, que muestra las experiencias de países como Chile, Brasil, Colombia, México y Panamá. Su éxito, empero, depende de variables que aún no están claras en la iniciativa del Gobierno.

Una de ellas es la creación de perfiles específicos para alcanzar realmente a la población más vulnerable al desempleo, explicó Pablo Sauma, director del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Cuáles son los criterios de selección y qué va a pasar con esa persona después de un año, es lo que se cuestiona el especialista.

“Los programas sociales en este país fracasan porque no tienen un perfil claramente definido”, explicó Sauma.

Aunque la política pública sí ataca los flancos débiles, una mujer con un posgrado en Ingeniería tiene las mismas posibilidades de entrar en el marco de Mi Primer Empleo, que una joven que no ha terminado la secundaria.

Para el asesor del ministro de Trabajo, Enrique Sánchez, el monto que el Estado aportará es un filtro natural para que las empresas contraten personal con verdaderas necesidades, que esté interesado en obtener un salario mínimo.

Los ¢1,4 millones equivalen a cuatro salarios base con sus cargas sociales.

El decreto sí establece que se promoverá la contratación de los tres grandes grupos vulnerables, dijo Sánchez, pero no hay cuotas definidas de participación por cada grupo de población.

En criterio del sector privado, el programa tiene bondades, pero insisten en que las dinámicas del mercado siguen primando en la contratación, y no los subsidios.

“Nos parece bien el incentivo, pero las empresas van a contratar lo que requieran, y si dentro de lo que requieren logran el incentivo, pues bien”, aseveró Rónald Jiménez, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep).

Segunda modalidad. Lo que sí contempla el programa es la necesidad de sostener sus resultados en el tiempo.

Una de las formas en que se ha logrado en otros países es aumentando las capacidades de los jóvenes para que su empleabilidad aumente mientras dure el subsidio del Estado.

El Ejecutivo y el Instituto Nacional de Aprendizaje impulsarán su programa de educación dual entre las empresas que participen del programa. Así, un joven que está trabajando, también puede continuar sus estudios.

Con la iniciativa, las instituciones esperan pasar de 200 beneficiados a 3.000.

¿Cómo funciona? Para inscribirse en el programa, los trabajadores y las empresas interesadas en recibir el beneficio, deben llenar un formulario en la página www.miprimerempleo.com .

Para garantizar que se creen empleos formales, el Ministerio de Trabajo corroborará que las empresas estén al día en sus tributos y comprobará con la Caja Costarricense de Seguro Social que el patrono realmente haya aumentado su cartera de colaboradores.

Además, el trabajador y la empresa firmarán un contrato laboral ajustado al Código de Trabajo. No se permiten los contratos por servicios profesionales.