Gobierno prevé caída relativa en recaudación por impuesto a los combustibles en 2024

El impuesto a las gasolinas es el tercer rubro de mayor importancia en la recaudación tributaria, y el próximo año, Hacienda espera que esta sea menor, tanto como porcentaje del presupuesto como de la producción

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El Gobierno prevé que en el 2024 la recaudación correspondiente al Impuesto Único al Combustible permanezca prácticamente sin cambios respecto al 2023, y represente un menor porcentaje del presupuesto y de la producción en dicho periodo.

El impuesto a las gasolinas es el tercer concepto que mayor peso tiene en la composición de los ingresos tributarios, por detrás del Impuesto de Renta, y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

En el proyecto de Ley de Presupuesto Ordinario de la República para el próximo año que presentó el Gobierno el pasado 1.° de setiembre, el Ministerio de Hacienda prevé un ingreso por la recaudación de este tributo de ¢586.927,3 millones. Esta cifra es 0,22% mayor que lo que se estimó de recaudación para el 2023.

Al analizar la información como porcentaje del producto interno bruto (PIB), Hacienda prevé que baje del 1,25% de la producción, en el 2023, a 1,18%, en el 2024. El mismo comportamiento se espera como porcentaje del presupuesto, al pasar de 4,77% en el 2023, a 4,65% en el 2024.

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De cumplirse las previsiones de Hacienda, la recaudación como porcentaje de la producción sería la más baja en 10 años, y como porcentaje del presupuesto, la segunda más baja en ese periodo, solo por detrás del porcentaje que se presentó en la pandemia, cuando se empezaron a aplicar

En la exposición de motivos del proyecto del presupuesto 2024, para la estimación de la recaudación del impuesto, Hacienda analizó información proveniente de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) sobre proyecciones de importación y producción local de combustibles, y realizó “estimaciones con software especializados”.

Según el proyecto del presupuesto, las estimaciones de Recope visualizan una disminución en las ventas e importaciones de combustible, especialmente en las destinadas para la generación térmica, por lo que la recaudación del tributo no experimentaría una variación importante en términos nominales, aunque como porcentaje del PIB cae.

Daniel Ortiz, economista y director de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), explicó que la recaudación nominal en el 2024 podría ser levemente mayor a pesar de la disminución en las ventas debido al componente inflacionario, ya que durante el 2023 se han observado inflaciones negativas, mientras se espera que el próximo año este indicador ingrese al rango meta del Banco Central.

La inflación es un factor que influye en el cálculo del impuesto a los combustibles.

Además, la cartera indicó a La Nación que en cuanto a la disminución de la recaudación como porcentaje de la producción, a pesar del aumento interanual del 0,22%, esta “puede relacionarse con el cambio en otros indicadores macroeconómicos como el crecimiento del PIB y los ajustes en las proyecciones de inflación”.

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El economista y exregulador general, Dennis Meléndez, atribuyó gran parte del impacto de la menor recaudación de este impuesto al comportamiento del tipo de cambio, debido a que este tributo es independiente del valor de los combustibles importados, y más bien es un monto fijo que se actualiza según el precio del dólar y la inflación, explicó.

“Tenemos una inflación prácticamente negativa, y tenemos un tipo de cambio que está en su nivel más bajo en muchos años. Probablemente el precio del dólar aumente un poquito pero no mucho. Esos son los dos factores que más influyen en la menor recaudación como porcentaje del PIB del impuesto de los combustibles”, mencionó Meléndez.

Ortiz explicó que Hacienda hoy tiene una situación más favorable, por lo que mientras mantengan una recaudación que no se deteriore y que siga creciendo en términos nominales de acuerdo al crecimiento de la economía, no se vería en la obligación de aprobar nuevos impuestos o elevar algunas tasas.

Sin embargo, advirtió de que si en los ingresos tributarios generales, también empiezan a caer o estancarse los ingresos por Renta, por IVA y por impuesto a las gasolinas, el Gobierno debería analizar soluciones para poder cumplir con todos los gastos presupuestados en un futuro.

Hacienda ve ‘factible’ que recaudación por gasolina siga cayendo

En una respuesta a consultas de La Nación, la Dirección de Presupuesto Nacional del Ministerio de Hacienda indicó que carece de estimaciones sobre la recaudación con el impuesto a los combustibles durante la próxima década.

A pesar de eso, la entidad amplió que debido a que la política en Costa Rica se enfoca hacia la descarbonización, ve factible que conforme avance la transición a medios de transporte que no utilicen combustibles fósiles, la recaudación por este impuesto empiece a sentir los efectos de dicho ajuste.

La cartera también mencionó que el fin de este impuesto no debe ser recaudatorio, sino la descarbonización.

“Valga destacar que a nivel internacional los impuestos a los combustibles son una práctica de carácter ambiental y no de carácter tributario. Por lo que la meta debe ser la descarbonización y no una meta recaudatoria.”

— Dirección de Presupuesto Nacional del Ministerio de Hacienda

Tras la presentación del presupuesto nacional, a inicios de mes, el expresidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Rodrigo Cubero, explicó que la transición energética hará al país menos dependiente de los combustibles fósiles, lo cual impactará la recaudación de los impuestos a las gasolinas.

Según el exjerarca del BCCR, el impacto de la disminución de este tributo podría ser importante, razón por la cual desde ya Hacienda debe empezar a formular un plan de sustitución de ese impuesto para mitigar el impacto de esa menor recaudación en un futuro, conforme se vaya avanzando en la transición a energías con fuentes renovables.

Dennis Meléndez opinó que en un futuro la flota vehicular eléctrica será significativa en comparación con el número actual, que aún representa un porcentaje muy bajo del parque vehicular; y que a partir de ahí, acelere la caída de la recaudación del impuesto a la gasolina.

Sin embargo, el exregulador mencionó que la flota eléctrica será una minoría importante al menos hasta el año 2030, lo que rezagaría ese comportamiento a la baja.