Gabriela Ramos, directora OCDE: ‘Importa la calidad del proceso (de adhesión) y no los tiempos’

La jefa de despacho del organismo vino a Costa Rica para revisar con el Gobierno cómo avanza la integración del país a este grupo de 36 naciones de elevada renta y desarrollo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

De visita a Costa Rica para analizar con el Gobierno la situación del proceso de adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la directora de gabinete de ese grupo de países, Gabriela Ramos, manifestó en una entrevista que lo importante en esta etapa no es el tiempo que se tarde sino la calidad del procedimiento.

Ramos, quien desde el 2009 además es Sherpa de este grupo de países ante el G20, cargo orientado a ejercer una representación de alto nivel, estuvo en Costa Rica el pasado 14 de enero.

En una entrevista con La Nación, conversó sobre los cambios que por sugerencia de los técnicos de esa organización de 36 países (Colombia ya fue autorizado, será el 37, pero aún no ingresa) debe poner en vigencia en sus políticas públicas una nación aspirante a ser parte de ella.

― ¿Es posible que el proceso de adhesión de Costa Ruca dure cinco años, como el caso de Colombia?

― Es difícil en el proceso de acceso poner a los países latinoamericanos a compararse con los de otras regiones, porque cuando se anunció que la OCDE iba a invitar a Costa Rica y a Colombia a iniciar su proceso de acceso, también lo hizo junto con Lituania y Letonia, y luego se ve que estos dos últimos países tardaron dos años en ingresar.

”Pero lo que nadie reflexiona es que esos dos países bálticos ya fueron sometidos a un proceso similar cuando ingresaron a la Unión Europea (UE). Entonces, para ellos los marcos de referencia, los marcos legislativos, la leyes estaban más alineadas a los criterios OCDE por el simple hecho de que ya habían pasado por el proceso de acceder a la UE. En el continente americano no encuentras nada así, no hay un mecanismo de homologación de las leyes ni de lOs procesos.”

― ¿Cómo analiza la organización interna de Costa Rica para este proceso?

― En ese sentido, creo que el proceso de acceso se ha dibujado y lo que no se ha dicho es que el propio proceso de acceso, dure cuatro u ocho años, es un proceso de transformación del país. Es un proceso de mejorar los marcos normativos, es un proceso de mirar cuáles son los países que hacen las cosas mejor en comercio, en inversión, en educación o en salud y tratar de avanzar mediante este proceso a esos niveles.

“Yo me preocuparía más por la calidad del proceso que de los tiempos y eso es lo que la ministra (de Comercio Exterior de Costa Rica y coordinadora del proceso) Dyalá Jiménez, la secretaría de nuestra parte y el gobierno costarricense actual están poniendo el énfasis”.

― ¿Qué le parece la organización, los tiempos de avance de Costa Rica?

―Lo importante aquí no es hacerlo rápido o hacerlo lento, sino hacerlo bien. Y en ese sentido yo creo que Costa Rica ha tomado varios pasos muy importantes en donde, en primer lugar, ya ser un país en vías de acceso a la Organización implica un reconocimiento como un país interesante, como un país que tiene qué compartir, porque no es solo cuestión de que Costa Rica se alinea a la OCDE o a sus criterios, sino también que los miembros de la OCDE piensan que va a haber u beneficio mutuo teniendo a Costa Rica alrededor. Porque la OCDE no pretende ser una organización universal, nosotros cuando mucho llegaremos a tener 50 miembros, no más.

― ¿A qué se debe la limitante en el número de miembros?

― Los mecanismos de cooperación que utiliza La OCDE, de intercambio de información, de experiencias, de conocimiento, de estándares altos, pues requieren de gente muy comprometida y muy preparada. Costa Rica es un país que tiene un prestigio internacional importante, es un país que cuenta con muchas historias positivas que compartir y obviamente que tiene este compromiso de unirse a las mejores prácticas internacionales.

“Ha habido un proceso muy riguroso. Quiero decirle que cuando ingresó México el proceso no era tan riguroso. De hecho, solo algunos de los comités analizaban los países que estaban interesados en ingresar y ahora son, pues, 22 comités y en cada uno de ellos tiene una serie de criterios”.

― ¿La idea de Costa Rica, de entrar en 18 meses, es muy ambiciosa?

― Es un calendario ambicioso porque evidentemente hay muchos temas que se tienen que abordar. Temas de cuestiones como el de soborno donde hay algunas recomendaciones que se tienen que cumplir; el tema de la competencia con recomendaciones pendientes, el de estadísticas... Entonces, hay una serie de recomendaciones que han hecho varios comités. El tema del sistema financiero es otro y que evidentemente los costarricenses en conjunto, tanto el (Poder) Ejecutivo como el Legislativo tendrán que encontrar la mejor fórmula para avanzar en esas recomendaciones.